There will be no second time

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NOTA ANTES DE EMPEZAR :
¿Ven la imagen de arriba?  Resulta que yo no podía escribir este día, tenía la idea, pero la narracion no me convencía y sentía estaba divagando. Le dije a @AshDraigon que no podía escribir y ella me mandó imágenes soukoku, la de arriba entre esas jajajajajajaja la amo xDD
Lo más irónico de todo es que fue la primera que me dio una idea para esto jajajajaja

Pd: lean tranquilas, no hay lemon.
Pd2: no me fumé nada, lo juro.
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Hace demasiado tiempo, antes de que el hombre pisara esta tierra, existieron criaturas con vida y conciencia. Quizá al ser humano no le agrade saberlo pues no le permitiría sentirse tan especial como cree que lo es, pero esa criaturas existieron.

Para ser exactos, nuestra trágica historia ocurre en un periodo Glaciar, hace unos  80 millones de años.
De nada serviría darle un lugar, después de todo, siempre hemos cambiado los nombres a nuestro antojo, por lo que continuaremos así:

En algún lugar de la tierra, hace 80 millones de años, existieron criaturas con vida y conciencia, ellos no eran humanos, tampoco animales. Así como el nombre fue hecho de tierra, ellos fueron hechos de hielo y nieve, que era lo que cubría el planeta en ese entonces.

Eran seres inteligentes y sabios, pero su creador les dio una orden: no debían amar.

Osamu Dazai, uno de los seres de hielo más inteligentes de todos, nunca tuvo problemas con seguir esa orden, ni siquiera la cuestionó. El mundo era de aquellos que congelaban su corazón, lo sabía bien, y nunca hubo alguien tan bueno como él siendo frío y cruel.

Su objetivo siempre fue tener el mundo a sus piés y no le importó acabar con la existencia de otros para conseguirlo. Sin embargo, hubo alguien que no estaba dispuesto a ser pisoteado por Dazai.

Si tanto disfrutas pisotear a otros, espero disfrutes también ser pisado.

Y teniendo en mente la extinción de Dazai, creó lo que parecía imposible que lograr: alguien a quien Osamu pudiera amar.

No sería alguien refinado, sino alguien con modales bruscos, tendría una boca suelta que en vez de alabar a Dazai como todos hacían le retaria y desafiaría, sería más pequeño y bajo que el demonio de hielo, sería físicamente hermoso y aunque no lo pareciera, tendría confianza ciega en Osamu para que este también confiara en él.

Al terminarlo le llamó  "Chūya Nakahara" y lo entregó como muestra de sumisión a Dazai quien sin sospechar demasiado lo tomó como guardia personal, después de todo, quien se lo entregó era cercano a él.

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Nakahara resultó ser inútil.
En el año que llevaba junto a Dazai, lejos de perjudicarlo, le ayudó a ganar terreno; era fuerte, era hábil y confiaba en los planes de Dazai. 

Rimbaud, su creador, sentía el tormento de la desesperación cada día que los veía juntos y vivos, pero esa desesperación y obsesión con mirarles le llevó a notar que ellos estaban cada vez más tiempo en compañía del otro.

Con emoción descubrió que estaban a un paso de enamorarse.

No fue nada extraño para él verlos besarse unos meses después. Ese fue su momento exacto para actuar.

Cuando Chūya salió a una misión y Dazai hacia una caminata él se acercó para hablar.

ー Mi señor.  ー Saludó con una reverencia y este le sonrió.

ーRimbaud, hacía demasiado que no sabía de ti. Jamás pude agradecerte adecuadamente por el sirviente que me diste.

ー Vengo a hablar de él, mi señor, he estado creando más de su especie, pero he descubierto...  ー hizo una pausa, creando aún más tensión en OsamuーQue aunque son invención mía, están atados a las mismas reglas que nosotros.

Soukoku Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora