No es ella, eres tú // MinSung

16

El cuerpo de Jisung temblaba, las palabras no lograban salir y al pareces no siquiera estaban ordenadas en su cabeza.  Tampoco volteó a ver la expresión de MinHo, seguro era de burla, pena, incluso podría ser de asco. Las gana de llorar aumentaron

-que estás...

- aquella noche en el show de clausura- no, MinHo no podía saberlo ... ¿O sí?. Al ver que Jisung no contestaba añadió- obviamente yo no creo que seas idiota, pero al parecer tu piensas que yo sí

-loco - fue la única palabra que logro salir de sus labios- estás loco- agregó mientras se agachaba a recoger el libro que había caído y se disponía a guardarlo en su mochila; para colmo de males, este se negaba a entrar, ya sea por la mano temblorosa que lo sujetaba o por que Jisung no podía ver bien- carajo, entra de una vez- dijo mientras trataba de acomodarlo.

MinHo se acercó y colocó su mano sobre la de Jisung

- Jisung yo...- ante el roce, el menor quitó su mano asustado mientras volteaba a mirar al castaño

- ¡estas loco! - grito mientras lo señalaba acusadoramente- t....tanto así te gusta Jisoo que hasta me confundes con ella - trato de sonreír pero en su rostro se formó una mueca- sí...- dijo más para sí que para el mayor- sí... Eso debe ser

- no, no Jisung

- claro que sí.... Tu estás enamorado de Jisoo, ella te ama y ¿Cómo no amarla? Ella es tierna, dulce, cariñosa, divertida.... Es hermosa - su voz temblaba, su cuerpo temblaba, y él aun seguía reteniendo las lágrimas- a...además ella es muy buena cocinando, y ... ¡No te acerques!- gritó, MinHo no hizo caso y dio un paso más acortando así poco a poco la distancia que los separaba - ¡como crees que yo te besaría! ¡Como crees que yo besaría a un chico! ¡Un chico! Tu estás realmente ... - MinHo no lo dejó terminar la frase, en un rápido movimiento tomó al menor de los hombros y atrapó sus labios en un beso, ese beso que tanto  soñó repetir.

Jisung abrió los ojos sumamente sorprendido pero bastaron unos segundos para que los cerrara fuertemente, se pusiera de puntillas y subiera velozmente sus brazos hasta posarlos sobre el cuello del mayor mientras sus manos empujaban suavemente la cabeza del castaño para profundizar el beso. Que importaba que ambos se arrepientan luego, Jisung estaba cansado de esperar, había soñado con volver a besar aquellos labios. Se aferró al cuerpo de este. MinHo por su parte bajó lentamente sus manos hasta la cintura del menor y las dejó allí mientras trazaba círculos invisibles con el dedo pulgar en la espalda de Jisung, sonrió al sentir cómo este jugaba con sus mechones de cabello. Sí. Ese era Jisung, ese era el chico del que se había enamorado.

El beso duró algunos minutos, al separarse MinHo hizo más firme su agarre en la cintura de Jisung por miedo a que salga corriendo, pero Jisung no tenía intenciones de hacerlo. Contempló los ojos del mayor, lo miraban con amor, sus manos lo sostenían con delicadeza, y en su rostro se reflejaba una gran sonrisa.

-desde cuando ...

-siempre lo supe Jisung, siempre supe que eras tú- Jisung lo miró y mordió su labio inferior que comenzaba a temblar

-¿por qué? - sollozó mientras se limpiaba las lágrimas con el puño de la camisa- ¿por que tú? ¿Por que tenias que ser tu? ¿Por qué el chico ideal para mi hermana?

MinHo se limitó a sonreír, una de sus manos la llevó hasta la mejilla de Jisung y la acarició suavemente; al sentir esa caricia el menor ladeó su cabeza en busca de más calor

- oh, Jisung, mi Jisung- susurró y lo envolvió en un abrazo.

Eran alrededor de las seis de la tarde, MinHo había propuesto ir a un parque a ver el ocaso y Jisung (entre lágrimas) aceptó; ahora ambos se encontraban sentados en una de las tantas bancas mientras el cielo se tenía de diferentes tonalidades de rojo. El silencio estaba presente, sin embargo no era incómodo, aunque Jisung inconscientemente estaba arrugando su camisa. MinHo lo notó y sonrió, un instante después tomó la mano de Jisung y la colocó entre las suyas. Jisung se estremeció y volteó a mirar al lado contrario para que MinHo no notara el tremendo sonrojo en sus mejillas. El castaño sin embargo no se dio por vencido y con uno de sus brazos rodeo los hombros de menor y pujó ligeramente hasta que Jisung apoyara su cabeza en los hombros del mayor