Capítulo 1

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-¡Despierta! - gritó mi hermano zarandeándome con algo de brusquedad - ¡Blanca, vamos a llegar tarde!

-Déjame estúpido - gruñí.

Abrió las cortinas haciendo que el sol me diera en plena cara molestándome. Abrí los ojos y fulmine a mi hermano con la mirada. Al ver mi cara se rió. Para tener 18 años era un inmaduro.

-¡Fuera! - grité - Genial, ya has hecho que me levante de mal humor.

-Tú siempre te levantas de mal humor - murmuró saliendo por la puerta.

-¡Te he oído! - pude escuchar como se reía.

Entre en mi vestidor y busque algo que pudiera ponerme para ir a clase.Me puse un vestido rojo y unas sandalias negras. Me deje mi cabello suelto y me mire por última vez en el espejo. Mi cabello castaño claro era ondulado, mis ojos azules resaltaban y mi estatura... bueno, era la baja de la familia. Mi hermano siempre se metía conmigo porque decía que era una enana.

Baje a la cocina donde mi hermano Derek ya estaba desayunando junto con mi madre. Mi padre debería de haberse ido ya a trabajar. Cogí mi mochila y mire a mi hermano.

-¿Nos vamos? - pregunte.

-¿No vas a desayunar? - preguntó mirándome con el ceño fruncido.

Negué con la cabeza y me acerque a mi madre para besar su mejilla. Entre en el coche donde ya me esperaba Derek.

-Blanca, no quiero que te metas en problemas y mucho menos que tengas novio... - deje de escucharle. Todos los años me daba la misma charla. Cuando lleguemos, aparcó en el estacionamiento y me miro - ¿Te ha quedado claro?

Le mire confusa, no había escuchado nada, pero aún así asentí con la cabeza. Derek podría llegar a ser demasiado pesado, porque no quería que ningún chico me hiciera daño. Él era rubio, alto y de ojos azules. Tenía buen cuerpo, pero el muy imbécil se lo tenía creído porque todas las chicas iban detrás de él.

-Nos vemos luego - me despedí.

Le di un beso en la mejilla y me baje de un salto del coche. Cuando entre en el instituto fui a secretaría para pedir mi horario de clases. Estaba mirando las clases que me tocaban, cuando alguien gritó mi nombre haciéndome brincar del susto. Me gire para ver a Abril mi mejor amiga. Ella era morena, su cabello era de color marrón con reflejos pelirrojos, era un poco más alta que yo y sus ojos eran de color miel. Se acerco a mí corriendo y se lanzó a mis brazos.

-Abril... - dije con dificultad - M-me estas... asfixiando.

-Uy, perdona - sonrió avergonzada - ¿Qué tal tus vacaciones?

-Como siempre, mi hermano peleando conmigo y mi madre peleando con nosotros. Y mi padre... bueno, él no quería discutir - conteste - Lo de siempre - me encogí de hombros.

-Eres una amargada, ¿lo sabías? - pregunto riéndose.

-Sí - respondí como si fuera lo más normal del mundo.

-¿Sabes que a venido un chico nuevo? - pregunto Abril mientras caminábamos hacía la clase de historia - Dicen que es muy guapo, aunque esta un curso por delante al nuestro y no lo veremos en clases. No te vendría mal tener novio...

-Mi hermano no me deja tener novio - dije interrumpiéndola.

-¿Desde cuando le haces caso? - me pregunto con una sonrisa torcida en su rostro.

-Desde nunca - conteste - Vamos, o llegaremos tarde a clase.

Cogí su brazo y tire de ella hasta entrar en el aula donde ya había algunas personas. Después de unos minutos el profesor entro dando comienzo a la clase. Mis oídos habían decidido dejar de escucharle. Suspire cansada, el día se me iba a pasar muy lento. La mayoría de clases estaba con Abril, lo que agradecía, así no estaba sola.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora