Galletas

15 1 0
                                    

En el orfanato habían algunos chicos atractivos, pero ninguno se podía comparar con el que estaba frente a mí, tenía el cabello de un color dorado oscuro y sus ojos color miel aún tenían una chispa de enojo por la discusión que acababa de tener.

Se quedó mirándome por lo que me pareció una eternidad hasta que Linda carraspeó la garganta para llamar la atención.

¿-Nos llamo señor Clark?- dijo Linda jugueteando con un mechón de su cabello.

-Ah...sí..sí..- dirigió su mirada hacia Linda, y le dedicó una enorme sonrisa dejando entre ver su perfecta dentadura.

Me puse a buscar los guantes de látex amarillos que debían estar en el fondo del carrito, mientras Linda seguía hablando con el chico, su voz se había vuelto mucho más aguda de lo que ya era, un poco más y solo los perros serían capaces de escucharla. Estaba segura que era en contra de las normas del hotel acosar a los huéspedes con estúpidamente preguntas acerca de su cabello.

Esta vez fui yo la que carraspeó la garganta, no estoy de humor para desperdiciar el tiempo en tonterías.

-¿Si? ¿Alicia se te ofrece algo?- preguntó con un tono de reproche en la voz.

Se había empeñado a llamarme por cualquier nombre que se le ocurriera menos el mío.

-Alice- lo corregí con voz cortante, podía sentir mis uñas clavarse en las palmas de mis manos mientras apretaba los puños con fuerza.

-¿Disculpa? -estaba vez se volvió completamente en mi dirección molesta por el tono de voz que había empleado.

-Mi nombre no es Alicia, es Alice pero ya eso lo sabes o ¿no?- mis puños estaban tan apretados que sentía que mis uñas atravesarían la piel en cualquier momento.

El chico salió un poco más de la habitación poniendo verdadero interés en nuestra discusión.

Linda pareció ponerse de un color rojo, teñí los labios fruncidos, parecía que iba a saltar y atacarme en cualquier momento, de repente su mirada se suavizó y me dio la espalda para hablar con el chico de nuevo.

-Tienes que disculparla, es nueva y está un poco irritable- tenía el mismo tono que había usado en la cafetería.

El chico pareció un poco confundido por su reacción y solo asintió con la cabeza y volvió a posar sus ojos en mí, estaba vez esperando que yo reaccionara ante aquel comentario.

-Pero bueno- dijo Linda rompiendo el silencio y volviéndose de nuevo hacia mí.

-Querida,confío que puedas limpiar la habitación del señor Clark sin mí, solo trata de no romper nada, no hay forma de que lo puedas pagar.

La miré desconcertada por su súbito cambio de humor, quería resaltar el hecho de que yo había hecho todo el trabajo que le correspondía pero lo mejor es no tentar mi suerte, no quiero que la señora Bells se decepcione si me despiden en mi primer día.

Linda le dedicó una gran sonrisa al chico antes de darse la vuelta y salir disparada por el pasillo, me pregunto que se traerá entre manos.

-Así que eres nueva -dijo el chico enarcando una ceja

-Sí señor..y usted ¿necesita que limpie algo? -traté que mis palabras fueran amables pero no tuve mucho éxito.

-Directo al grano -dijo mientras abría la puerta para que pudiera pasar con el carrito.

Esta habitación era mucho mas grande que las demás, daba la impresión de ser un apartamento.

Cuando dirigí la mirada a la cocina casi dejo escapar un grito, durante el transcurso del día había visto habitaciones desastrosas, ropa sucia, basura por todas partes y algunas cosas que traté de bloquear de mi mente pero esto era increíble, la sala de estar estaba impecable solo había una botella de vino desconchada sobre la mesita, lo que se salía de contexto cuando se miraba la cocina, era como ver dos lugares totalmente distintos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 24, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

HalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora