Así como Spencer Ann odiaba los lunes cometiendo aquel acto horroroso en aquella escuela quitándole la vida a infantes y dos adultos así me siento odiando lo que pueden llegar a ser cada ser humano conmigo.
Siempre pensamos que se van a quedar pero no es así.
Vienen y van como si fuéramos un parque de atracciones y es que nadie ha podido enseñarles a que no somos un truco, somos creados por sentimientos que no deben ser ignorados o rechazados.
La boca.
Es lo peor que pueden tener aparte de un corazón pues de las palabras es donde el corazón vive.
Por eso cada vez que siento cortar los labios de alguien no solamente los corto, sino que los arranco con todo y garganta siendo muy especifico.
Mi mano ayuda se llama Sammi, Sammi es una pequeña navaja de doble filo que logre robar cuando pequeño.
Era pertenencia de un doctor cuyo doctor atendía a todos los niños del orfanato incluyéndome.
Ese sujeto si me caía bien cuando pequeño ya que no tenia ningún tipo de fobia o miedo a la sangre o hacer cirugías y es que todos tal vez sean así sin fobia que se supone que sea pero ese ni aspecto ni reacción ni sentimiento alguno llevaba en su rostro. Siempre que terminaba de atender un paciente menor de su boca no salían palabras el silencio era su idioma.
Hacia su trabajo y listo pero lo único que siempre decía que aún puedo recordar es que le hacía entretenido inyectar agujas en brazos o rodillas y lo más que amaba era abrir piel para así proceder a una cirugía. A pesar de que le preguntaran por que pensaba de tal manera o cual era el significado que quería llegar se quedaba en silencio dando una leve expresión en su rostro, una sonrisa de lado a lado algo sarcástica diciendo ''Como los veterinarios inculcan y aman vacunar a cada animal es lo que siento...mi pasión.''
Nadie obviamente pudo lograr entender aquella paradoja que yo solo supe entender.
Siendo doctor y salvando vidas dentro de su mente era maligno, mientras salvaba una vida pensaba en quitarla pero escondiendo todos esos pensamientos en una profesión, doctor. Precedía a hacer cirugías pero dentro de ello cierta satisfacción crecía a sus adentros logrando sentirse a gusto abriendo pieles y mirando la sangre salir.
No iba preso y mucho menos iba a tener personas en contra pues claro, era un doctor amado por todos simplemente por ser un bien en la sociedad necesitado por todos así como pienso que todos deben de necesitar de un buen juez dándole su merecido a cada ser humano que cometa un mal.
Como dibujar es arte la sangre es arte para mis ojos, es como pintura pero realista.
Sammi mi navaja ha sido mi única mano ayuda y cuando más solo estoy me hace compañía.
Desde ese entonces ha sido mis únicos oídos y defensor de mis pecados.
Ya se perdió la fe en creer y confiar en los demás, tan inútiles hemos llegado a ser que en vez de confiar en seres vivos confiamos en incluso cosas materiales ya que al no tener una boca proceden a quedarse en silencio escuchando, no lastiman.
Me considero una persona apartada de los demás aunque en ciertas ocasiones hago daño pero me justifico diciendo que lo hice por equis razón, un sentimiento de dolor dentro de mí que no debería estar pasando gracias a un capricho de alguien, se enorgullecen sintiéndose superiores al hacernos sentir mal y es algo que debe parar y nadie lo hace o tal vez no de la mejor manera correcta para mí.
Vivo en una pequeña casa de árbol adentro de un bosque de una vecindad para poder escapar de mis malicias y policías.
Hasta el sol de hoy no me han encontrado pues al parecer están más entretenidos en otros delincuentes que yo mismo.
Desde que cumplí mis 18 anos construí esa casa de árbol teniendo en cuenta que de ahora en adelante nada se llamara hogar nada más que ella.
Puedes preguntarte si tengo un pasado o una vida o tal vez personas que pude familiarizarme y como decir que no, estaría mintiendo.
Si tuve personas a las que di luz verde para amar pero ese es un siguiente tema.
Sammi, me acompaña en mis actos malignos de mis victimas, victimas que se convierten en mi enemigo de tan solo dejar salir de su boca algo que me lastima...suena tan egoísta.
Todos deben pagar por sus pecados incluso yo, pero no todavía.
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Murdering your mind, Ed.
Horror"Mírame con desprecio, verás un idiota. Mírame con admiración, verás a tu señor. Mírame con atención, te verás a ti mismo".