Las Aventuras De Monocrhome Y Cray

Preguntas

—Oye, papá.

—¿Si, Chrome?

—¿Quien es mi abuelo?

Las cuencas de su padre dejaron de brillar, asustando un poco a la menor.

—B-bueno…pregunto porque jamás hablas de él, y bueno, yo sólo…

—Chrome…

Su padre la miro de forma seria.
La menor solo seguía confundida con su reacción, y solo el mayor soltó un suspiro pesado para irse de la sala dejando a la menor, otra vez, con las palabras en la boca.

—…

La monocromática suspiró.

—Listo, Cray. ¿Estás feliz?

El de bufanda negra salió de su escondite viendo a la contraria algo estupefacto y con impresión.

—No pensé que actuaba así cada vez que le preguntabas.

—Pues, felicidades. Lo descubriste. Con obvio sarcasmo.

—Lo siento por hacerte pasar un mal rato con Dad, Sis.

—Ya no importa. Algo desanimada.

Recibió un abrazo sorpresa de su hermano que la sobresalto llenando su rostro de puntos de colores, no hizo nada más que corresponderle escondiéndose en su pecho, necesitaba uno.

El mayor recostó su barbilla en la cabeza de la menor, reconfortándola.

—Lo siento…

—Ya te dije que no importa, bobito.

—Pues no dejaré de lamentarme hasta ver tu dulce sonrisa de nuevo.

La monocromática la miró escéptica y con una sonrisa.

—Eres un idiota ¿Lo sabías?

—Tu idiota♥~. Junto sus narices de manera tierna.

—Jeje, B-Baka…♥

—Eh, ¿chicos?

Omni estaba en la sala viendo aquella escena mostrando algo de incomodez, los dos medio-hermanos se separaron de golpe ruborizados.

—¿Que estaban…?

—E-eh ¡N-nada, mamá! ¡Solo me tropeze con algo y caí al suelo, luego Cray me animó!

—…S-si.

Omni miró a los dos menores algo escéptica un momento, al final lo dejó a un lado, eran cosas de niños.

—Okey, chicos. Solo vine a avisar que tú papá ya vino a recogerte Cray.

—O-okey, señorita Omni.

—No tienes porqué llamarme así, jeje.

Acarició la cabeza del menor, este solo se fue de la sala sin antes lanzarle una mirada de "despedida" a la monocromática.

—…Conque tropezón ¿Eh?

—¿¡E-eh!?

—No me engañas, cariño. Intenté eso una vez como "coqueteo" con tu padre y digamos que el terminó casi igual como Spray.

—T-tú… ¡No le digas a papá, por favor!

Gritó mientras se tapó la cara llena de vergüenza, la de tonalidades lilas solo rió y acarició la cabeza de su pequeña hija.

—Tranquila, no le diré. Sé cómo es tu padre y si se enterara de esto no reaccionaría de muy buena manera, pero mientras tanto, les doy por adelantado mi bendición para que se casen. Con tono pícaro.

—¡M-mamá!

Omni, la mejor madre del mundo.

Arhe.