Estoy enloqueciendo. Creo que estoy perdiendo la mente. Salgo de mi casa y es ahí cuando veo todo el panorama.
Policías.
Ambulancias.
Todos reunidos en un solo sitio: La casa de Tristan. Un cuerpo. Es el que llevan en una bolsa de plástico color negra. Ruego a dios porque no sea él. Los policías me gritan porque no entre ahí, pero es tarde he corrido hasta ahí. Y la abro, notando que es su cuerpo.
Lloro.
Intento convencerme de que no es real. Y solo esta durmiendo. Pero se que no es así.
Tristan ha caído en un sueño. Que durara toda una vida.
"¡Kylie!" escucho a mi papá gritar.
"¿Usted es Kylie?" pregunta un policía.
Yo asiento. Y es ahí cuando me tiene una pequeña hoja.
❝Kylie tú fuiste mi pequeño escape de esta realidad. Gracias por haberme dado los mejores momentos de mi vida, siempre te ame. -Tristan❞
«Te pude haber dado más Tristan. » pienso. Esto no parece una nota de suicidio, es una nota de amor. Si tan solo le hubiera dicho mi plan, de escaparnos juntos, él y yo unos días atrás tal vez esto no hubiera ocurrido. Yo hubiera sido capaz de prender fuego al templo de Dios y congelar el infierno, solo para salvarlo. Ahora lo perdí. Para siempre. A la única persona que probablemente le di todo. El solo quería ser amado y yo... ya lo amaba, el merecía tener su final feliz, un final que jamas le podre dar.
