Tres años.
Tres años desde que un grupo de jóvenes cerró su canal. Tres años desde que ese grupo de jóvenes se separó.
Tres años desde que Jaime cortó los lazos con su mejor amigo. Tres años desde que Nicolás destrozó el corazón de su mejor amigo.
Tres años desde que esa pareja de enamorados fue consumida hasta transformarse en cenizas.
Hace un tiempo, Nicolás y Jaime tenían una relación. Se podía decir que eran felices juntos, que se amaban.
Nicolás fue el que dio el primer paso, fue el que se confesó, fue el que hizo que sus labios se encontraran por primera vez. Jaime, por otra parte, siempre sintió un tipo de atracción por su mejor amigo, pero nunca se atrevió a decírselo.
Jaime al enterarse de los sentimientos de Nicolás, sintió como su corazón se detuvo por un momento. Al sentir los labios del moreno sobre los suyos, sintió como su mundo de pronto se iluminaba, sintió que todo iba a estar bien, se sentía feliz.
Al cumplir dos meses de relación, los cuerpos de estos dos enamorados se encontraron por primera vez. La habitación se resumía en besos, gemidos, caricias, placer, deseo. Y sobretodo, amor.
Los meses pasaban y las cosas iban de maravilla, pero lo perfecto no dura para siempre.
Un día Nicolás fue a visitar a Jaime a su casa, el miedo recorría su cuerpo entero. Jaime, cuando escuchó el timbre de su casa, se encaminó a la puerta con su característico mal humor.
Al ver quien se encontraba tras la puerta, ese mal humor se esfumó, siendo reemplazado por una sonrisa que representaba todo lo que sentía. Se acercó a su pareja para saludarla como era debido, pero Nicolás reaccionó a tiempo y dio un paso hacia atrás, esquivándolo.
Jaime, extrañado por el comportamiento de su pareja, decidió preguntar qué pasaba, a lo que Nicolás respondió.
-La Claudia fue a visitarme.
El más alto, ya preocupado, dijo.
-¿Y para qué?
Nicolás sentía como sus manos comenzaban a sudar.
-Quería que le diera otra oportunidad- Dijo el mayor.
El mal humor de Jaime que antes había desaparecido, volvió como si fuera lo más natural del mundo.
-¿Y qué le dijiste?
Nicolás tenía miedo, mucho miedo.
-Le dije que lo intentáramos de nuevo. Por eso vine, quiero terminar contigo.
Jaime sintió sus ojos llenándose de lágrimas. Le cerró la puerta en la cara a Nicolás y subió a su pieza hecho una furia, y sólo en ese entonces se permitió llorar.
Eliminó a Nicolás de toda red social, haciendo imposible que se comunicaran. Sus amigos decidieron cerrar el canal, ellos estaban al tanto de la situación y se dieron cuenta de que los vídeos no eran lo mismo sin Jaime.
Nicolás sentía que la culpa lo comía por dentro, pero él estaba siendo feliz con Claudia. Es cierto que extrañaba a su amigo, pero nunca quiso volver con él.
Y ahora, después de estar tres años sin verse, Jaime vio a Nicolás al otro lado de la calle. Vio a Nicolás esperando que la luz de el semáforo cambiara, vio a Nicolás tomado de la mano con otra persona.
Nicolás mantenía la vista en el piso. Cuando levantó la mirada, vio a Jaime.
Sus miradas se encontraron por unos segundos. Jaime se encontraba estático, no podía apartar la mirada de el más bajo.
Cuando la luz cambió, Nicolás avanzó con su pareja hasta el otro lado de la calle. Jaime no se movía, sentía como si sus pies estuvieran pegados al piso.
Los separaban metros de distancia, hasta que Nicolás chocó su hombro con el del menor. Jaime sintió como una corriente eléctrica recorría su cuerpo, y por fin reaccionó. Pero no lo siguió, no lo llamó. Solo miró al mayor por última vez, que para su sorpresa él también lo estaba mirando.
No se movieron, no hicieron nada al respecto.
Jaime salió de su trance y se dispuso a cruzar la calle.
Y ambos siguieron caminando.
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Oh, Calamity! [One Shot]
Fanfiction"Si te veo en la esquina ¿Sabrás quién soy yo? ¿Te pareceré familiar? ¿Me ofrecerás un sitio? ¿Podemos encontrar un nuevo comienzo? ¿O pondrás la otra mejilla? Oh, ¡Qué calamidad!"