Blue Lemonade [KookJin]

22

Jungkook se encontraba atado a la puerta; su cuerpo ardía y tenía un cosquilleo corriendo por su cuerpo.

La lluvia caía sobre su rostro, haciendo difícil su parpadeo.

—¿Cómo esta mamá? — Pregunto la joven.

—Bien. —Respondió Jungkook, ya que no sabía que decir; por lo que no alargaría las respuestas y solo respondería con simplicidad.

—¿Sigue siendo tan hermosa como antes? — Los recuerdos de su madre seguían en la mente de Shigo.

—Igualita como hace 20 años. —Dijo mientras pensaba en lo que su madre hacía para mantenerse en tan buen estado.

—¿Y nuestro padre? —Shigo, al igual que Jungkook, no veía mucho a su padre; por lo que no le tomo mucho cariño.

—Sigue viajando como antes. —Se sinceró ante su hermana.

—¿Me odias? —La pregunta descoloco a Jungkook. Y aunque el alfa haya sido maltratado variedad de veces por su hermana, él no la odiaba. La quería, aun lo hacía.

—No.

°°°°°

Jungkook pensaba que una de las peores cosas que le pasaron fue que su ex-omega falleciera, pero su lobo no podía decir lo mismo. El solo podía decir que odiaba las bodas.

—Jeon, lo diré en tu idioma; eres estúpido. —Dijo haciendo gruñir a Jeon; ese no era el momento para insultarse el uno al otro. —Déjalo ser feliz, que se lo merece. —Decía con tranquilidad. —Tu sabias que esto pasaría; no entiendo por qué no te lo esperabas.

—Tal vez porque estaba ciego. —Respondió el lobo, mientras perdía nuevamente su vista en la pared blanca de la habitación.

—Si, puede haber sido eso. —Ya muy tarde, Jungkook se dio cuenta que su lobo no estaba de buen humor. —¿Quieres ir a comer algo? —Pregunto para liberar el aire pesado de su conversación.

—No.

—¿Quieres hablar? —Propuso.

—No.

—¿Quieres no ir a comer?

—No.

—Entonces vamos. —Jeon se rio ante lo tonto que podía ser.

°°°°

—No me hiciste caso. Ni me consultaste, sabias que no quería y me obligaste. No me vuelvas a hablar. —Gritaba Kim mientras se guardaba las ganas de golpear las nuevas almohadas de Ryoung, hasta que sus plumas vuelen por todo el cuarto.

—Kim, sé que estas molesto porque él se fue y nos dejó, pero el volvió por nosotros. —Dijo con una sonrisa, la cual no era la que ocupaba la cara de Kim.

—Pues no quería que vuelva. —Espeto con ira.

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Todos deseamos lo prohibido, y Jeon sabía que esa frase cobraba vida en estos momentos.

—Te quiero Kim. —Él no podía decir te amo, eso era muy fuerte y temía que él lo rechazara, no podía arriesgarse.

—Yo tal vez. —Dijo; Jeon no se sorprendió tanto ante la respuesta, sabía que Kim tenía algunos enigmas sin resolver en su cabeza y estaba confundido. No debía presionarlo.

—Estas confundido, ¿no? —La respuesta era obvia, pero no tenía otro tema de conversación.

—Sí, demasiado; quiero viajar a otra galaxia. Quiero irme de aquí. Sin Seokjin. —Dijo entre dientes, por lo que fue difícil saber que decía.

—Yo también quisiera volver a Ulsan, pero no puedo. —Kim no supo porque, pero se molestó ante el comentario.

—¿Qué tratas de decir?

—No podemos cambiar la decisión de Seokjin. —Dijo desanimado.

—No. —Acepto Kim. Y era la verdad, ya que él no podía hacer nada para retroceder el tiempo y que Jin cambie de opinión.

—Ya no podemos hacer nada. —Dijo con las esperanzas y ánimos por el suelo.

—¿Si podemos hacer algo?