Capítulo I

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Dormitorios 7:45 A.M.

Era lunes en la mañana y el sol se asomaba por la ventana de la habitación de la revoltosa Atsuko Kagari o mejor conocida como Akko.

—¿Por qué no cerré las cortinas? -decía para si misma con voz somnolienta.

Un poco resignada se levanta para asearse pero en ese momento tocan la puerta.

—¡Akko! ¡Despierta ya! ¡Vamos a llegar tarde! -era Lotte Yanson, su amiga finlandesa fanática de las novelas sobrenaturales y que residía en la habitación del costado derecho.

—¡Si sigues demorando te vamos a dejar! -decía Sucy Mambavaran, su amiga amante de los experimentos científicos con plantas exóticas, en especial hongos, ella era filipina y su habitación se encontraba al lado izquierdo.

—¡No me dejen! ¡Ya salgo! -gritaba la castaña a la vez que se ponía el uniforme.

Ellas tres se encontraban en su último año de bachillerato en Inglaterra, más específicamente en el acogedor pueblo de Blytonbury, que es donde quedaba el dormitorio ofrecido para las estudiantes extranjeras de la más prestigiosa escuela para mujeres de toda europa, la academia Luna Nova, la cual quedaba en una isla cercana al pueblo. Los únicos accesos a la escuela era por ferry y por tren, este último es exclusivo para estudiantes.

—Al fin llegan, justo estábamos por tomar el tren -se acercaba a ellas Amanda O'Neill, una americana totalmente rebelde y muy amante de la adrenalina.

Junto a ella estaban sus otras dos amigas, Jasminka Antonenko, una rusa amante de los dulces y Constanze Amalie von Braunschbank Albrechtsberger, de nacionalidad alemana y amante de la mecatrónica.

—Akko se despertó tarde, como siempre -respondía Sucy con el tono aburrido habitual de ella.

—¡No es mi culpa! Mi alarma no sonó... -contestaba resignada.

El grupo subió al tren con dirección a la escuela, se podía admirar la hermosa vista al mar y también como poco a poco se acercaban a la escuela, el campus era enorme al igual que el bosque a los alrededores.

Luego de cinco minutos llegaban a la estación y caminaban hacia la entrada de la escuela, el lugar era casi mágico, podías sentir como la atmósfera antigua te rodeaba, era como volver en el tiempo unos siglos atrás. Además contrastaba con el interior, ya que todo el material de estudios era de última generación. Cualquiera desearía asistir a esta escuela y Akko tuvo ese golpe de suerte de ser aceptada allí.

Las clases comenzaron con normalidad, y siguieron así hasta el timbre del receso, el grupo de amigas se sentaron en la mesa de siempre y comenzaron a charlar sobre distintos temas, hasta que Amanda captó la atención de todas.

—Escuchen esto, conseguí que un amigo me prestara su cabaña en el bosque y su carro para este fin de semana, ¿quién se apunta para una salida? -pregunta sonriendo de forma orgullosa.

—¿Es seguro? -Lotte hablaba un poco preocupada.

—Por supuesto que sí, es un amigo mío del que hablamos, relájate -le daba palmaditas en la espalda a Lotte.

—Y es por eso que debemos preocuparnos -añadía Sucy no muy segura de todo esto.

—Que aburridas son ustedes, tú vendrás, ¿verdad Akko? -ahora se dirigía a la castaña.

—Pues...¡sí!, creo que es una buena idea que nos relajemos un poco, Lotte, Sucy, digan que sí -las miraba con ojos suplicantes.

—Está bien -respondían al mismo tiempo.

—Ya verán que no se arrepentirán -se voltea a ver a Jasminka y a Constanze. —¿Vienen también? -ambas asentían con la cabeza.

Suena el timbre en señal de que el receso había terminado y cada alumna del comedor se iba a su respectivo salón.

Laboratorio Arcturus ??

—Señor, el sujeto ya está listo -se retira del lugar.

—Excelente... -La extraña persona sonreía de forma macabra sosteniendo un frasco con un líquido extraño.

Continuará

Mi libertad está a tu lado [AU Diakko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora