Los manicomios son lugares horribles. Lo se porque estuve en uno, pero este estaba abandonado. Es el lugar perfecto para que se escondan todo tipo de cosas, y a esas cosas no les gustan los visitantes, sobre todo si estos son un grupo de adolescentes tratando de hacer una mala broma.
Cuando entramos no pensamos en que nos metíamos, solo tratamos de divertirnos, aunque debo admitir que nunca coincidí con la definición de chistes o bromas que mis amigos tenían.
Ese día habían nubes que indicaban tormenta, habíamos acordado vernos en una plaza que casualmente quedaba frente al manicomio. Hasta que de repente empezó a llover. Corrimos todos juntos hasta el amparo de una parada de colectivo, como veíamos que la lluvia no tenia intensiones de detenerse pronto, decidimos jugar a "verdad o reto".
El juego estaba yendo mas o menos bien (incluso nos reíamos) hasta que un chico llamado Martin eligió realizar un reto.
El reto que acordamos fue que Martin debía pasar cinco minutos solo adentro del manicomio. Cuando Martin decidió aceptar el reto (de mala gana) nosotros le dijimos que no se alejara.
El tiempo pasaba y como veíamos que no salia empezamos a gritarle que saliera, que el tiempo acordado se había acabado, que no era gracioso y que casi era de noche. Fue entonces cuando decidimos que tal vez estuviera curioseando y que era mejor que dos chicos (Aidan y Ana) fueran a buscarlo.
El resto ( Alex, Sharon y yo) nos quedamos y esperamos afuera. Pero otra vez el tiempo pasaba y pasaba, y, como no parecía que fueran a salir, decidimos entrar a buscarlos.
El lugar estaba destrozado, descuidado, e incluso había manchas de sangre. El problema surgió porque las manchas estaban frescas, aquí es donde nos empezamos a preocupar.
Cuando nos dimos vuelta, para salir detrás de nosotros estaba Aidan; tenia los ojos desorbitados por el horror, una manga de la campera destrozada y un gran corte en la mejilla derecha que tenia la forma de una equis.
Nosotros nos quedamos mudos y sin reaccionar del asombro que nos causo la horrible versión de Aidan en ese estado.
De repente, sin previo aviso Aidan saco una daga y cerro dando un portazo, instintivamente empezamos a retroceder despacio, pero Aidan se hizo un tajo en el brazo, mojo los dedos en su propia sangre se dio la vuelta y comenzó a escribir unas frases en la puerta: "Tienen que hallar otra salida" "Los otros están muertos, no los busquen" " Cuidado con sus sombras" y "Adiós". Cuando termino de escribir, Aidan cayo de espaldas y allí se quedo inmóvil.
Luego de eso empezamos a gritar y a correr hacia las escaleras que estaban detrás de nosotros y no nos detuvimos hasta llegar al segundo piso, cuando llegamos Alex y yo nos dimos cuenta de algo: Sharon no estaba. Como si hubiese sido convocado, al darnos cuenta de que ella desapareció, oímos un grito.
Bajamos las escaleras corriendo otra vez y allí de pie estaba Sharon sacudiéndose y con las manos moviendolas frenéticamente sobre su cuello como si tratara de sacarse algo que la estuviera ahorcando, cuando decido mirar hacia el suelo, no pude creer lo que estaba viendo: la sombra de Sharon en lugar de imitarla, parecía mas bien estar ahorcándola, luego de esto, Sharon cayo hacia delante y no se movió.
Alex y yo nos quedamos solos, corrimos hacia la puerta comenzando a patearla y a gritar pidiendo ayuda. Como veíamos que era inútil, dejamos de tratar y nos abrazamos fuerte, cuando nos soltamos, Alex fue el primero en darse vuelta y el ultimo en morir. Un cuchillo atravesó volando la habitación y se le clavo en el pecho .
Al principio no entendí porque el y no yo, luego leí algo que había escrito en la pared detrás de nosotros y es la razón por la que no les dije mi nombre: "cuidado con Taylor, ella controla las sombras".
Mi nombre es Taylor y todo eso es mi culpa.