Capitulo 1

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Seoul, febrero del 2014

Prácticamente su vida era una burla. La habían echado de su empleo y su novio había roto con ella por otra mujer. Recordarse de sus fracasos en estos momentos le causaban risa. Agarró por enésima vez el vaso de whisky y lo bebió de un trago. Había bebido tanto que no sentía más el gusto ardiente de la bebida al pasar por su garganta. No sabía que tan mal se veía en ese momento, pero varias miradas estaban posadas sobre ella ¿estaba tan miserable?

— ¿Que miras? —Bebió otro vaso de whisky con la mirada fija en la pareja que lo estaba mirando. Ambos al ver el estado de la joven la miraron con pena y se alejaron —. Eso, váyanse. Hoy no se aceptan parejas porque el amor es falso, fake looove.

Quería una bebida más fuerte, la que estaba bebiendo había perdido el sabor y se sentía como si estuviera bebiendo agua. Se levantó de su asiento para irse al sector donde estaban los shots de tequila de cortesía, en el camino el palo del pole dance en el medio de la pista llamó su atención. Ella quería probar eso, ¿sería lo suficientemente sexy? ¿No era eso lo que quería su ex novio? La echaba en cara todos los días que no era para nada sexy y se comportaba como una niña. Ella sabía que podía ser sexy. Se fue hasta el palo y le hizo un gesto al dj para que cambiara la música, éste entendiendo las intenciones de la chica cambió la lenta melodía por un salvaje y enérgico I love Rock n Roll de Joan Jett. La joven agarró el palo y se dejó llevar al ritmo de la canción.

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Los hermanos Kim estaban celebrando más un contrato firmado con éxito junto a sus socios, que eran sus amigos más cercanos. El negocio estaba realmente prosperando, eran éxitos tras éxitos. Eran tres hermanos, el mayor se encargaba del sector de cosméticos, el del medio del sector tecnológico y el menor del sector de moda. Hoy habían cerrado un negocio con inversionistas americanos y debían celebrarlo. Se habían ido a un pub cercano a la oficina. El menor de los hermanos se consideraba realmente débil con los tragos, sus hyungs y amigos ya pasaban de diez y él con su tercer trago ya sentía el efecto del alcohol.

— Uau, parece que esta noche será interesante —Dijo el hermano del medio, indicando a una chica parada junto al palo del pole dance.

El menor posó su mirada en la joven, que comenzó su performance. Todos los hombres que se encontraban en el lugar comenzaron a gritar, alentando a que la chica siguiera con su sexy baile, a excepción del menor. El alcohol comenzó a darle efectos, pero no se encontraba muy ebrio y podía percibir claramente que esa mujer estaba en un peor estado que él. Era lamentable observar esa escena, donde la mujer totalmente embriagada estaba haciendo un show para el deleite del público masculino que seguía ovacionando. El menor de los Kim no podía seguir viendo eso, dejó su vaso en la mesa de centro y se dirigió donde estaba la mujer.
—¿Que está haciendo? —Preguntó uno de los amigos refiriéndose al menor
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La mujer ahora estaba segura que ella podía ser sexy, eso debido a la ovación de las personas del lugar, específicamente de los hombres. Se preparó para hacer un giro como había visto en algunas películas, pero fue detenida por dos fuertes manos.

— ¿Que haces? —Intentaba zafarse del agarre de aquel hombre
— Detente —Respondió sujetándola con más firmeza.
— Quiero mostrar que puedo ser sexy —De nuevo sin éxito al intentar zafarse de aquellas manos
— Ya mostraste lo suficiente —Se acercó más a ella y la cargo en los hombros. La mujer pedía que la soltara mientras le golpeaba la espalda. La llevó en una esquina donde habían unos asientos vacíos, la sentó y le pidió un agua al mesero. Él bebió una y le dio el otro a ella.
—¿Donde vives? Pediré un Uber para llevarte — Agarró su celular para entrar en la aplicación.
— En mi casa —Comenzó a reír a carcajadas
—¿Donde queda tu casa?
—Frente a una calle —Y volvió a reírse a carcajadas
—¿Y dónde queda esa calle? —Preguntó con menos paciencia
—No lo sé —Se tocó el mentón e hizo una expresión pensativa y después de unos segundos volvió a reírse.
—Me pasas tu celular así puedo llamar a algún contacto tuyo —Trato de buscar con su vista donde podría tener su celular.
—No tengo celular —Respondió. Él se quedó pensando quien en ese entonces no tendría celular, pensó que probablemente lo haya perdido debido a su embriaguez.
—¿Sabes el número de alguien a quien pueda llamar? —Si no sabía ni su dirección, él estaba seguro que algún número tampoco, pero no perdía nada con preguntar.
—Sí, empieza con cero... después cero... otro cero —Se quedó en silencio por un momento —No lo recuerdo. Tal y como él lo imaginaba.

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Se subieron a un taxi ya que había una estación frente al pub y no demoraría.
—¿Cómo te llamas? —Recostó su cabeza en el hombro del chico
—Kim Taehyung —Respondió y se quedó mirando a la chica recostada por él. Su cabello exhalaba un aroma a fresas, Taehyung se permitió inhalar más de aquel cautivante aroma —¿Y tu? ¿cómo te llamas?
—Shin... —Había respondido en un tono bien bajo para después permanecer en silencio. El chico ante la respuesta incompleta y su silencio, la observó, percatandose que se había quedado dormida.

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Como la chica no podía darle datos acerca de dónde vivía o algún número de contacto con familiares o amigos, él decidió llevarla a un hotel y dejarla durmiendo allá, así al día siguiente cuando despertara y estuviera sobria podría volver a su casa, porque dejarla en el pub no era una opción. Tomó las llaves de la habitación y la llevó en sus brazos, seguía dormida.
Después de acomodarla en la cama se dirigió a la puerta para marcharse, le dejaría una nota en la recepción del hotel.
—Mi vida es un desastre —Taehyung se detuvo, giró y vio a la chica con las manos cubriendo su rostro mientras lloraba —. Descuide mi empleo porque estaba trabajando en un proyecto, al final nadie quiso invertir en ello y termine desempleada. La persona en quien más confiaba me dejó por otra, según él más sexy y bonita —Dejó de cubrir su rostro con sus manos y observó al chico. Él también la observaba, mientras escuchaba sus quejas, entendiendo porque había terminado en ese estado —Dime Taehyung ¿crees que soy linda y sexy? —Él tragó saliva ante la sorpresiva pregunta. Se acercó a ella y se sentó en la cama.
—Esa persona que te dijo eso está ciego. Eres bonita y también sexy, ¿acaso no recuerdas la ovación del público ante tu sensual baile? —Dijo mostrando una sonrisa.
La chica encontró adorable aquella sonrisa cuadrada, se sentía agradecida con este extraño. Recordó el baile y comenzó a reír, Taehyung acompañó su risa. Ante la falta de aire por la risa continuada, ambos dejaron de reír y el momento de risa pasó a un intercambio de miradas. De repente algo que ella no había sentido antes le invadió... deseo. Ella acortó la distancia entre ambos, depositó un beso en el labio del chico y se alejó de él. Vio que él seguía con los ojos cerrados, y cuando los abrió fue su turno de acortar la distancia. Unieron sus labios y estalló una explosión de sensaciones. Esta vez el beso era distinto, se volvió más intenso. Ella enredó sus dedos en el cabello del chico, con fuerza, haciendo con que este soltara un gruñido. Taehyung atrapó su labio inferior con sus dientes con deliberada osadía, tirando de él y escuchando un leve gemido de placer de ella. Ella se sintió sorpresa por eso porque antes nunca había hecho eso, pero admitía que no quería detener el momento, quería continuar. A cada toque, besos, mordidas y jugueteo de lenguas, ella sentía como una vibración recorría por todo su cuerpo, se sentía caliente. La dulzura del beso de ambos era una explosión de sensaciones y placeres, donde solo un beso sería poco para apagar sus deseos secretos. Ella se dejó llevar, permitiendo apenas disfrutar el momento y hacer caso omiso a la voz que le decía que se detuviera.

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Ella sintió el reflejo de los rayos del sol en su rostro. Abrió sus ojos y sintió un fuerte dolor de cabeza ¿cuánto había bebido anoche? Se dio la vuelta en la cama y vio la espalda de un hombre que dormía profundamente. Todo lo que había sucedido la noche anterior entonces no fue parte de un sueño. Se sintió apenada por todo lo que le había hecho pasar a aquel hombre, además se sentía con un poco de vergüenza al recordar que se había entregado a él, era con el primero que hacía eso. ¿Qué pensaría él de ella? Prefería evitar el encuentro de la mañana, por lo cual se vistió rápidamente sin hacer barullo para no despertar a Taehyung, salió de la habitación y se dirigió a la recepción para dejarle una nota

Dear Taehyung...
Lo siento
Shin H.

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Hola, esta es la tercera historia que escribo y la última hasta que terminen las 3. No sé qué tal se ve, espero que les haya gustado. Si les ha gustado pueden dejar su votito o algún comentario :)
Nos vemos

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2019 ⏰

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