1. ¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?

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Harry Potter debía haber ido a la casa Slytherin, su sangre lo comprobaba. Él tenía la astucia suficiente para sospechar de las intenciones de cualquier persona a su alrededor. Más con los tiempos actuales.

Pero nunca, por nada del mundo, sospecharía de la Muerte misma.

- Así que - dijo mirando a la figura encapuchada - ¿Quieres que viaje en el tiempo?

- Sí - respondió seriamente

- ¿Por qué?

- La pregunta sería ¿Por qué no querrías?

- Bueno ya sabes - dijo de forma casual mientras se recostaba en la silla - He tenido a Hermione diciéndome lo malo que es alterar el tiempo y toda esa mierda

- ¿Y?

El mago alzó una ceja - Siento que no deberías estar tan tranquilo con ésto, incluso creo que debería ser yo quien pidiera ésto, no al revés

- Eres demasiado apegado a las reglas Amo

- No es cierto - se burló ofendido - Sería una deshonra sí lo fuera, no soy así,  pero hay cosas que no me atrevo a hacer, como desafiar a la muerte

- Eso también es mentira - se burló el hombre - Solo eres respetuoso con ciertos designios, eso te lo concedo

- Gracias

- Y por eso eres el Amo de la Muerte, ahora - su tono se volvió acero - Y por eso te digo lo que te digo, te estoy dando la oportunidad de tener una vida, una vida feliz y duradera con personas que amas

- Te escucho - dijo sentándose recto

- Volverás años en el pasado y tendrás una segunda oportunidad - cuando el de ojo verdes estuvo a punto de abrir la boca, alzó una mano - Nacerás del mismo vientre que tu madre, siendo hermanos, ambos con magia y con poder

- Seremos nacidos de muggles - refutó él

- No es como sí eso impidiera que lleguen a posiciones de poder - se burló el hombre - Después de todo, ambos llegan a cautivar el corazón de sangre puras

- No es una conversación que tendré contigo - dijo con cierto rencor

- Maestro - se burló la muerte - No te dejaré sin poder detrás de ti a ésta aventura

- ¿Qué tipo de poder? - preguntó con el ceño fruncido

- Cuando cumplas once años lo sabrás - dijo de forma enigmática

- Sí acepto

- Aceptarás

- ¿Por qué estás tan seguro?

- Porque podrás salvar a tu padre, a tu madre, a tu tío y a tu padrino

Suspiró, ya lo tenía.

- ¿Seguiré con mi condición? - preguntó preocupado

- Sí - respondió con solemnidad

- Entonces tienes un trato - se paró delante de la muerte - Llévame al pasado

- Así se hará mi Amo

La figura negra sacó su mano de entre sus mangas de la túnica y se la tendió. Harry no dudó en tomar su mano. Todo se volvió negro.

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