Ayuda.

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-¿ Qué estas diciendo?-pregunté muy confundido.

-Que te voy a ayudar-contestó Hide

-Que gracioso Hide-le dije mientras reía.

-No estoy bromeando, pero si cambias de opinión sabes dónde vivo-dijo Hide mientras se paraba y se iba.

Me quedé pensando un momento Hide hacia bromas frecuentemente pero esta vez hablaba seriamente.

El sábado por la mañana me dirige a casa de Hide. Llegue y su madre habido la puerta.

-Hola señora- dije con una sonrisa en el rostro.

-Paul, hace tiempo que no te veía, pasa-me dijo amablemente.

Yo entre a la casa ya tenía tiempo y todo parecía diferente.

-Hide esta en la cocina sabes dónde esta-dijo la señora.

Me dirige a la cocina, Hide estaba cocinando.

-Veo que si quieres mi ayuda-dijo el mientras picaba zanahorias.

-Si-dije mientras me lavaba las manos.

-¿Qué estas haciendo?-pregunto el.

-No es obvio, te voy a ayudar-le dije mientras me las secaba.

-Bueno, entonces corta la cebolla-me dijo mientras me daba el cuchillo y una tabla.

-Me quieres ver llorar ¿verdad?-le dije.

Comenzamos a preparar la comida mientras el y yo volvíamos a ser los mismos de antes, después de acabar comimos y salimos al patio.

-Bueno, necesitamos a alguien como Tania-me dijo.

-¿A una chica?-pregunte.

-Si-dijo el rápidamente.

-No, ni siquiera conocemos a una chica a la cual le tenemos confianza-le dije nerviosamente.

-Si, si la conocemos-dijo riéndose.

Me quede pesando un rato, ¿quien?, ¿quien nos podía ayudar?. Después de un momento hasta que me llego un nombre.

-No, no, no, ¿Abigail?-le dije casi gritando.

-¡Vamos!, es nuestra amiga-me dijo.

-Ella y yo ya no nos hablamos-le dije sin mirar sus ojos.

-Tienes un punto, pero ella y yo todavía nos hablamos-me dijo sonriendo.

-Esta bien- le dije finalmente.

El sonrió y se paro, entro en la casa y después de unos minutos salio con una chaqueta.

-Vamos-me dijo.

-¿Ahora?-pregunte.

-Si corre-dijo mientras abría la puesta de la calle.

En ese momento me pare y salí, al cabo de un rato llegamos a la casa de Abigail. Hide toco la puerta y después de un rato abrieron.

-¡¡Hola!!-dijo Abigail.

Ella y Hide se abrazaron y se dieron un gran beso. Yo quede sorprendido al instante.

- y ¿esto cuando paso?-pregunte sorprendido.

Ella quedo sorprendida cuando me vio, volteo a ver a Hide y dijo:

-¿Ya esta pasando?-

-Si-dijo mientras me miraba y sonreía.

Yo me quede callado muy confundido y después Hide dijo:

-Es que ya sabíamos que esto pasaría-

-Si-dijo Abiagail muy emocionada.

<<ya sabían eh>>fue lo que pensé en ese preciso momento.

-Bueno pasen-dijo.

Pasamos y subimos a la habitación de arriba.

-Muy bien ¿que tenemos?-dijo ella.

-¿Qué tenemos?-pregunte.

-¿Es enserio?, gustos, comida, algo-dijo Abigail casi gritando.

Me quede pensando un momento para poder elegir bien y luego conteste.

-Le gusta mucho el ramen, le gusta casi todo-le dije.

-Vaya, eso si nos va a ayudar eh-me dijo con sarcasmo.

-Bueno...-me interrumpió el sonido del celular.

-¿Quien es?-pregunto Hide.

-El rey de Roma-le respondí.

-Contesta-dijo Abigail.

Respondí empezando con una frase con la que muchos contestamos al atender una llamada-¿Qué que paso?-

-Hola, oye ¿Quieres venir a comer?-me pregunto.

-¿Ahora?-pregunte.

-Si, o ¿te estoy interrumpiendo en algo?-me dijo.

Lo pensé un momento y luego le conteste-no, voy para haya-le dije y colgué.

-Bueno, mañana después de clases-me dijo Abigail.

Salí de la casa y me fui directo a casa de Tania, al llegar ella estaba en la entrada esperándome.

-¿Qué haces afuera?-pregunte.

-Bueno no es como si te estuviera esperando-me respondió.

-¿Estoy en problemas?-pregunte.

Ella rio y se paro.

-Vamos, te esperan-me dijo

Al entrar no había nadie hací que le dije-dijiste que me esperaban, pero no veo a nadie-y me senté el sofá.

Ella volvió a reír y dijo-¿te parece si primero comemos?-y se sentó en una de las sillas que había junto a la mesa.

Yo la veía con confusión, después me hizo una seña para que me sentara, yo me pare y me dirigí hacia ella.

Empezamos a comer, una cena normal con bromas risas y cosas serias, y al termino Tania subió a su cuarto, cuando bajo tenia una caja de cartón.

-¿Qué es eso?-pregunte.

Ella me dio la caja y dijo-quiero que la abras-con una emoción de miedo.

La abrí como me dijo y al alzar la tapa una pequeña pata se asomo, luego el pequeño cuerpo de un gato. En ese momento grite, me pare y me aleje de ahí, en ese entonces me daban miedo los gatos y claro que Tania lo sabia.

-No le tengas miedo-me dijo mientras reía.

-Para ti es fácil decirlo-le dije.

-Vamos, ven-dijo.

Yo me acerqué lentamente mientras ella sostenía al gato, me senté y ella me acercó al gato.

-ten, quiero que lo cargues- me dijo.

Yo tome al gato y después lo puse en el sofá.

-Oye lo tienes que cargarlo mas tiempo, sino ¿como van a estar juntos todo el tiempo?-me dijo.

-¿Todo el tiempo?-le pregunte confundido.

-Es un regalo-me respondió.

-Si, siempre eh querido tener a mi fobia todo el tiempo-le dije sarcástica mente.

-No puedes rechazarlo-me dijo.

Suspire un momento y luego le dije-me pasas la caja-y puse al gato en ella.

Después de eso me despedí de Tania y salí de su casa, tarde un poco en llegar a la mía, bueno creo que es difícil de caminar cuando todos los perros de por donde pasas te saltan para atacar al gato, y cuando llegue a mi hogar todos fueron directo al gato y claro se lo di a mi hermana de inmediato.

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El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora