Como si fuera lo más importante del mundo,su familia tenía una tradición. Tirar una botella de plástico al mar cada año de vida tras cumplir los veinte años. A ella nunca le explicaron el por qué. Simplemente era algo que se hacía desde hace mucho tiempo. Tan solo en su familia y, al día siguiente, ella tendría que comenzar. El 12 de noviembre, su veinte cumpleaños. Les tenía mucho aprecio, por lo que no quería defraudarles. Pero es que ella no sabía la razón. ¿Por qué tirar una botella al mar?
El caso es que hace una semana ella escuchó por la radio que el agua se contaminaba por la basura que la gente tiraba allí consciente o inconscientemente. Entonces,la tradición de su familia contaminaba el agua. Y no quería que aquello ocurriera,razón por la cual hizo lo que ningún familiar suyo tuvo el valor de hacer:
–No cumpliré la tradición– dijo ella con tono decisivo.
–¿Perdona?–preguntó retóricamente su madre en tono de indignación–.Tú cumplirás la tradición,como todos en la familia. Ten por seguro que tú no serás la excepción.
Y así,ella entabló una larga discusión con su madre,que le contó lo sucedido a la familia ese mismo día,cuando todos estaban reunidos en la sala de estar. Sorprendidos,todos y cada uno de los integrantes de la familia salieron de aquella casa. En el fondo,ella se sentía mal; había decepcionado a su familia. Pero no estaría dispuesta a contaminar el agua por un simple tradición familiar.
Al día siguiente nadie le dirigió la palabra,a pesar de ser su cumpleaños.
Ahí fue cuando se dio cuenta de que si su familia había hecho eso desde tiempos inmemorables,era porque sería importante para ellos. Y en efecto lo era. Toda su familia vivía en aquel pequeño pueblo. Les encantaba el mar. Todos siempre quisieron dejar una parte suya flotando en esas aguas. No sabía por qué exactamente dejaban una botella,pero era lo que sus antepasados decidieron.
Fue desde su casa hasta el paseo rocoso que había en la cima de un colosal acantilado. Y ella,se tiró por el mismo.
La tradición se había cumplido. Nunca le comentaron la otra alternativa,la irreversible,la que ella acababa de descubrir por sí sola. La que se llevaría su vida.
La tradición era dejar un desecho humano en el mar,el plástico.
Ahora el desecho humano era ella.
