Aún recuerdo cuando te conocí. Tu eras mi cielo, con esos ojos de un brillo tan hermoso que solo un ángel podría poseer.
Me miraste con una pizca de confusión en esos bellos ojos.
"¿Quién eres tu?"
Preguntaste con una pizca de reproche que me habría causado gracia si no me hubiese distraído con tu pregunta."¿Quien era yo?"
"No lo se" respondí sin más.
Tu confusión aumentó.
"¿Cuál es tu nombre?"
Y perdí. Tampoco lo sabía. ¿Qué pasaba conmigo?
"¿No tienes nombre?"
"No". No lo recuerdo. Decidí omitir esa parte.
"Oh" tu rostro se torno en asombro el cual no tardo en ser reemplazado por una sonrisa. Pero que hermosa sonrisa.
"No tienes nombre" afirmaste esta vez."¡Puedo Inventarte uno!"
¿Inventarme un nombre? No suena tan mal.
"Me parece bien"
"¡Genial!". Hiciste un gesto de estar pensando hasta que...
"¡lo tengo! Sky"
"¿Sky?" Miré hacia la nada rascando mi barbilla. "Es lindo, aunque no tanto como el tuyo, Emily" exclame por fin contagiado de tu sonrisa.
"¿Cómo sabes mi nombre?" cuestionaste con los brazos en forma de jarra sobre tus caderas y enarcando una ceja.
"Adiviné". Y era cierto. Ni siquiera sabia como pero sabia tu nombre de memoria como si lo recordara de siempre.
"Wow, ¿en serio?" Asentí "Genial". "¿Quieres jugar conmigo? No tengo muchos amigos desde que me mude aquí. No tengo con quien jugar"
"Me encantaría". Y así comenzó uno de los muchos días a tu lado que me harían el ser más feliz del mundo.
Desde esa vez, cada día nos reuníamos a jugar.
Muchas veces te dejaba ganar solo para ver tu sonrisa. Esa hermosa sonrisa.
Eramos los mejores amigos.
"¿Me contarias un cuento para dormir?" escuché tu voz bajita acurrucada entre las sábanas.
"Por supuesto" no podía negarte nada. No a ti.
"Eres mi mejor amigo, ¿lo sabes verdad?".
"Tu eres mi mejor amiga" y con un beso en tu frente aclaré mi afirmación.
Te sonrojaste. Pero que tierna.
"Había una vez..."
...
No les agradaba mucho a tus padres.
"¡Mamá!" la llamaste a la par que tomabas mi mano."¿Puedo ir a jugar al patio con Sky?"
No comprendí la cara de desconcierto de tu madre a la vez que miraba a tu padre y él hacia un ademán con su mano indicándole que lo dejara pasar.
"Emm..."
"Claro cariño, puedes ir a jugar con Sky" termino tu padre por ella recalcando mi nombre de manera despectiva.
"¡Gracias!" y así inicio otro día de diversión entre los dos.
Amaba estar contigo. Eras mi felicidad. Todo era de mil colores a tu lado. Todo era perfecto.
Lo era...hasta ese día.
"¡No quiero ir a ese lugar otra vez!" sollozabas en mis brazos.
Hace unas semanas tus padres habían comenzado a llevarte a una especie de doctor. ¿Para qué? No lo sabía. Pero parecía ser bastante malo, te quejabas sin parar.
"Tranquila linda" limpie tus lágrimas pasando mis pulgares por tus mejillas "Las princesas no lloran".
Tenias unos 9 años entonces pero para mi seguías siendo la pequeña de solo 4 años que conocí.
"¿Qué te parece si te acompaño esta vez, eh?" Propuse.
"¡Siiii!" Emocionada dejaste de llorar "¿Lo harías?".
Todo por ti, mi pequeña.
"¡Mamá, papá! ¿Sky puede ir conmigo al doctor?"
Ellos se miraron entre sí. Pero al final asintieron. Es que, ¿quién se resistiría a esa mirada de Ángel?
...
Esto era extraño. No parecía un consultorio del doctor como a los que te llevaban cuando te daba fiebre o dolor. Esto era...diferente.
Esa mujer empezó a hacerte preguntas muy extrañas. ¡Hasta preguntó por mí!
Luego de esa larga charla te dijo que esta todo listo. ¡Pero si ni te revisó! Que estafa.
Jugaba contigo mientras esa mujer hablaba de algo con tus padres que, a juzgar por la expresión impresa en sus rostros, era muy serio.
Me acerqué para escuchar un momento. Y hasta el día de hoy lamento haberlo hecho.
No entendí nada de lo que dijeron, eso es verdad. Pero alcance a leer algo en la agenda de la mujer que me dejó petrificado.
Diagnostico
"Amigos imaginarios""¿Pero que...?"
¿Amigos imaginarios? Mi niña no tenia de esos, su único amigo era yo.
"Hey" me atreví a decir "¿De que esta hablando? Emily no tiene amigos imaginarios" me ignoraba.
Fingía no verme. Y allí lo comprendí. Ella no me veía. Ellos no me veían. Solo tu, Emily.
Mis ojos picaron. Esto no podía ser. Te miré. Eras una niña, mi niña.
"¿Quieres jugar conmigo? No tengo muchos amigos desde que me mude aquí. No tengo con quien jugar"
"Eres mi mejor amigo, ¿lo sabes verdad?".
Las lágrimas se deslizaron sin permiso por mi mejillas.
¿Por qué?
"Claro cariño, puedes ir a jugar con Sky"
Me duele.
Todo lo que pasó, todo lo que vivimos.
Me duele tanto.
Pero sin importar que...yo te quiero.
Te quiero mucho
Mi Ángel

ESTÁS LEYENDO
Ángel
Short StoryAún recuerdo cuando te conocí. Tu eras mi cielo, con esos ojos de un brillo tan hermoso que solo un ángel podría poseer. Me miraste con una pizca de confusión en esos bellos ojos. "¿Quién eres tu?"