Todoroki y tú [Tokumei]

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Shoto llegó a su hogar después de una arduo día de escuela, no quería encontrase con su viejo.

Saludó a su hermana  y luego simplemente se fue a su habitación, volvió a sacar la carta de aquella anónima para leer su contenido.

Una apenas y muy pequeñita sonrisa se le formó en los labios al ver las ocurrencias que leía hoy día. Negó un poco y colocó la carta con las demás.

— Shoto tú compañera acaba de llegar — escuchó a su hermana al otro lado de la puerta.

Sin decir nada se levantó de su cama y salió a recibir a su compañera de estudio.

Al llegar se encontró con la castaña.

— Hola Todoroki-kun — saludó la fémina parada en la entrada de la casa del muchacho —. Traje un cuaderno y lápiz, ¿Listo para la entrevista?.

Él asintió saliendo de su hogar y cerrando esta.

— Podemos ir a la agencia de Mt. Lady o si quieres entrevistar a tu padr...

— La de Mt. Lady está bien — respondió Shoto antes de que mencionen a su progenitor.

— Claro, entonces ¿Vamos?.

Él asintió.

[...]

Luego de aquella entrevista que tuvieron que hacer por un trabajo de la escuela, se encontraban caminando por la ciudad.

Cuando un sonido peculiar llegó a los oídos del bicolor.

— Losiento, tengo hambre — se disculpó la castaña con una mano en su estómago.

— Si deseas comer, no hay problema — respondió inexpresivo mientras la menor sonreía.

— Después de comer, vamos a tu casa y armaremos el argumento final.

Shoto asintió.

Se fueron al lugar más cercano donde pudieron encontrar comida.

Apenas unos minutos allí y la muchacha ya empezaba a ventilarse con sus manos, hacía calor y esta vez no lo provocaba el bicolor.

— ¿Señorita podría prender la calefacción? — preguntó _____ a la mesera que pasaba por ahí, mientras aún seguía esperando su pedido.

— Losiento, se descompuso — respondió la mesera y luego fue a entregar el pedido a algún comensal.

La castaña no tuvo de otra y se sacó el chaleco del uniforme quedándose con su blusa.

Después de alimentarse fueron a la casa de Todoroki y terminaron el trabajo.

Aunque lo que más le llamó la atención al bicolor fué la sección morada que resaltaba en el brazo de la fémina.

Talvez producto del entrenamiento.

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Este es un pequeño capítulo narrado.

Es la primera vez que escribo y cualquier consejo lo acepto. Gracias por leer.