Engaño del Destino

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Este era el primer año en la academia de magia de Nao y de Kou. Ambos no lo podían evitar estaban muy nerviosos en especial para ver si compartían dormitorio y las clases.

Ellos, Nao y Kou son los mejores amigos ambos Omegas. Kou por naturaleza era muy protector con su amigo ya que su apariencia no le jugaba a favor por lo que constantemente era acosado.

Nao en cambio tenía una apariencia frágil y pequeña por lo que lo solían confundir con un niño aún teniendo 18 años, una edad en la que la mayoría de los Omegas encuentran a su pareja destinada. Sabia que sería pedir mucho pero el también anciaba encontrarlo aunque tenía algo de miedo no quería que fuera malo o le hiciera daño.

Cuando ingresaron a la academia pude sentir todo el poder mágico que allí había. Haciendo que se sintieran raros pero todo cambio después de la ceremonia de ingreso. Después de las primeras clases todos tenían permitido ir al patio a comer y descansar cerca de una fuente pero lo que no sabían era que camuflados como adornos habían dispositivos para robar magia pero solo a los Omegas la cual alimentaba el poder del director y de la misma escuela.

Aunque sucedía raras veces se escuchaba que un Omega murió en raras circunstancias, y al no tener mucha más información varios lo dejaron pasar como algo sin importancia

Muchos alfas aprovechaban y hacían su "cacería de destinados" en el cual observaban a los Omegas de primer año y esperaban a sentir aquel olor que según lo que contaron sus padres sería su futura pareja.

Nao y Kou se encontraban descansando en el pasto cerca de las flores mientras comían algo mientras charlaban y se reían no eran concientes que alguien los vigilaba más exactamente Kyouya el alfa más cotizado, aquel con el poder y las habilidades de peleas casi iguales a un dios, se dió cuenta que aquel chico de cabellos blancos y figura pequeña era su Omega destinado. No pudo evitarlo pero a sus ojos el era perfecto, adorable tenia todo lo que él siempre busco y mucho más, además de que su olor a rosas era embriagador, había caído por aquel que no sabía ni su nombre pero no tardaría en hacer que el este a su lado.

Determinado se retiró dispuesto a hacer un plan para conquistarlo. Lo que él no sabía es que Kou lo había visto y no le gusto nada eso de que su asqueroso amigo Nao halla encontrado a alguien antes que el, eso lo enfureció, si el no es feliz,  nadie lo Será de eso el mismo se encargará.

Nao por su parte ajeno a todo se uno a club de canto y de paso ayudaba en la enfermería curando a los enfermos con su voz.

Desde que tiene conciencia deseo tener otro poder, si le gustaba cantar pero no lo veía útil en una batalla, el fácilmente tenía que tener a personas que lo protejan mientras el canta y eso no le gustaba, no quería que nadie muriera ni se hiciera daño por su causa por lo que constantemente entrenaba lucha cuerpo a cuerpo y con armas para defenderse o atacar mientras canta sanando a los suyos. Todas las noches entrenaba obteniendo vendas y curitas en su cuerpo.

Nao: es... Inútil aún soy débil, si sigo así solo seré un estorbo para los demás aunque ahora estoy muy cansado.

Aprovechando para darse un pequeño descanso empezó a cantar para curar todo el daño que le hizo a la naturaleza.

Tenía vergüenza muchos decían que su voz era hermosa pero... A el no le gustaba ya que consideraba una voz débil y patética. Continuaba cantando sin saber que dos pares de ojos lo veían con sentimientos distintos.

Kyouya: Nao es tan lindo, su voz es hermosa, me encanta escucharla. ¡Decidido! Mañana me acercaré a el, le hablaré para poco a poco ganarme su cariño.

X: ¡Oh! Ese Omega... Si no me equivoco tiene el poder que yo he buscado por tanto tiempo, si lo tengo podré hacer mi venganza realidad. Tengo que prepararme y encontrar a alguien de esa estúpida escuela dispuesto a ayudarme... Y ya sé quién será, su ambición y maldad que se ocultan en aquel bello cuerpo, el puede ocultarlos de todos pero no de mí.

Ese ser lentamente se alejaba del Omega sonriendo malignamente. Su bello plan, el que estuvo planeando por muchos años por fin se haría realidad pudiendo hundir primero a la academia y luego al mundo en una completa desesperación.