Ya eran las 9:00pm.
-Ya está llegando gente, vamos a guardar una mesa-dije.
-No necesitaremos una mesa-dijo Drake.
-¿Por qué no?-pregunté.
-Porque la fiesta es metidos en el agua-contestó Isaac.
-Bueno sí es así, entremos de una vez-dijo Ashley.
Todos nos metimos al agua.
-¿Quieren algo de beber?-dijo un chico acercándose.
-Si, trae 4 cervezas Mike-contestó Isaac.
-¿Cervezas?-preguntó Ashley.
-Si ¿por qué?-respondió Isaac.
-No tomamos cerveza-respondí.
-Tomen sólo una, es una fiesta-dijo Drake.
-Está bien-dijo Ashley.
Llego el chico con las 4 cervezas.
-Aquí tienen-dijo.
-Gracias Mike-contestó Ashley.
-No es justo que tú sepas mi nombre y yo no el tuyo-respondió.
-Mike, no estés coqueteando con Ashley-dijo Drake.
-¿Por qué? ¿Te molesta?-preguntó.
-Mike, sigue sirviendo bebidas a los de la fiesta-dijo Isaac un poco molesto.
Ashley no paraba de reír.
-Chicas a esta hora todos surfean ¿quieren surfear?-preguntó Drake.
-Sólo me tomaré esta cerveza y voy-contesté.
-¿Te gustó?-preguntó Isaac.
-Si, tiene un sabor diferente-contesté.
-Bueno, empecemos a surfear-dijo Ashley.
Drake, Isaac y Ashley se fueron a surfear y yo me quedé tomandome unas 3 cervezas más. De pronto recibo una llamada de mi papá.
-¿Qué pasa papá?-pregunté.
-¿Dónde están?-dijo un poco molesto.
-Los chicos que nos atendieron nos dijeron que nos quedaramos para la fiesta en la playa.
-¿Se quedaron y no pidieron permiso?
-Papá, ya no soy una niña para pedirte permiso para ir a una fiesta, estoy harta.
-¿Harta?
-Si. Yo no quería venir con ustedes a Hawaii por esta razón.
-Bueno entonces nos vamos y te quedas sola en Hawaii.
-Sería perfecto.
Mi padre colgó.
Me empecé a sentir mareada, me sentía muy mal.
-¿Oye, estás bien?-me preguntó un chico acercándose a mi.
-No, me siento mal-respondí.
-¿Cómo te llamas?-preguntó.
-Bethany-respondí.
-Un gusto Bethany. Yo soy Joe.
Sonreí.
-¿Qué tienes?-preguntó.
-No lo sé. Creo que es por tomar mucha cerveza-respondí.
-¿Cuántas tomaste?
-Cuatro.
-¿Quieres que te acompañe a tu habitación?
-Por favor.
Subimos hasta la habitación.
-Gracias-dije.
-Fue un placer, Beth-contestó.
Sonreí.
-Espero verte en la playa de nuevo-dijo.
-Igual yo-respondí.
Entré a la habitación y llamé a Ashley.
-¿Beth?-preguntó Ashley.
-Si. Tuve que subir a la habitación-respondí.
-¿Por qué?-preguntó.
-Me siento muy mal-respondí.
-Está bien, dentro de un rato subo.
-No te apures, está bien.
Colgó.
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No sólo pasa en las películas.
RomanceHawaii no es tan perfecto como yo creía. Toda mi vida cambia por una desgracia y pone en mi camino a dos chicos completamente diferentes y mi mayor reto es elegir con quién quedarme.