Capitulo 3 Un arrogante sexy, la familia Gomez de visita.

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Al terrada y sin saber muy bien que hacer, salgo del coche dando tumbos. Algo mareada.

-Joder, lo siento, lo siento..

Digo al ver que le he dado a un chico con moto. El chico se quita el casco y se me va el santo al cielo. Bueno al cielo o al infierno la verdad es que tampoco me importa mucho.

Es realmente guapo, con un pelo castaño totalmente rizado y corto, con unos ojos color miel que enamoraría a cualquiera, y con un cuerpo bien definido.

Lleva unos pantalones vaqueros rotos, junto con una camiseta básica blanca, y unos tenis también blancos. Tampoco iba vestido de marca, pero con solo esas tres cosas podría ganar el premio al hombre más sexy del mundo.

La verdad estaba para comérselo.

- ¿Estas loca?, casi me matas, deberías tener más cuidado, joder. -dice el chico notablemente cabreado, mientras se acerca a mi.

Pero como no, era un simple gilipollas, con una cara y cuerpo perfecto. Vamos como casi todos hoy en día. No estoy para esto.

-Ya te he pedido perdón, no te había visto.

-Ya, yo creo que no habías visto directamente nada.

Dice el gilipollas y acto seguido hace una simple cosa. Me limpia las pocas lagrimas secas que quedan por mi cara. ¿Cuando había empezado a llorar?

Solo podía mirarlo a él, era un poquito gilipollas, pero no tanto como me pensaba.

-Menos mal, que no me has roto la moto, si no esto no acabaría nada bien.

Dice fijando su miraba en su moto de cuero.

-Ya bueno esta bien, al parecer. De verdad...lo siento.- suspiro cansada, me paso la mano por el pelo.

Tampoco soy tan tonta, se perfectamente que la curpa  había sido mía, por no mirar bien al salir del estacionamiento.

-Si, pero por si acaso dame tu numero, por si se me estropea por el golpe.

Se me escapo una pequeña carcajada, al haber como este chico intenta conseguir mi numero, ya me lo habían pedido antes bastantes chicos pero nunca se lo había dado, haber no soy una belleza, pero sé que soy lo suficiente guapa. Para que a menudo me pidiesen mi numero.

-¿Este es tu truco, para ligar o algo así?, porque si es así déjame decirte que no funciona conmigo.

-¿Que?, enserio crees que lo hago para ligar. Nunca saldría con una chica como tu, no eres mi tipo.- dice con una media sonrisa, me señala con el dedo. - Solo te lo pido por si se me estropea, para que me lo pagues y punto, no te hagas ilusiones cariño.

Arrogante.

Rápidamente me recompongo, de seguro que tengo una cara de estúpida. Le sonrió lo mejor que puedo para hacer como que no me había afectado. Pero la verdad es que si me había afectado y no sabia muy bien el porque, me debería dar lo mismo si le intereso a este chico o no, igualmente el tampoco es mi tipo.

-Ya bueno, tranquilo tampoco eres mi tipo, cariño.- le digo con el mismo tono que me dedico el, y le dedico mi mejor sonrisa, mientras se pone serio de repente. -Y si la moto se estropea llévala aun taller y luego tráeme el tique a la tienda ¨Fotos Martín¨, esta en el centro, no tiene perdida.

-Como quieras, loca del volante, pero como no te encuentre ahí, te aseguro que haré todo lo posible para dar contigo, y te prometo que si te encuentro no sera para nada agradable.

Me dice muy serio. No puedo apartar la vista de sus ojos, color miel.

Estoy intentando averiguar si lo que dice es cierto o no, y por la cara que pone puedo decir que si lo dice en serio, demasiado enserio diría yo.

Este chico esta loco.

-Como quieras.

Le digo antes de salir huyendo hacia mi coche, eso a sido incomodo y algo intenso.

***

El lunes por la mañana, en la tienda:

-Muy bien Pablo, sonríe una vez más.- le digo al chico el cual me sonríe de oreja a oreja, para que le tome su ultima foto, por hoy.

Pablo es un niño,... bueno ya no tan niño, ya va a cumplir 15 años y debo admitir que ya me saca media cabeza de altura. El y su madre, son clientes comunes desde que pusimos la tienda, venían todos los años a que le saque las mismas fotos. Su madre, Elena dice que lo hace para ver como crece y cambia.

Y si soy sincera, ese simple gesto que hace me parece muy bonito, y suele alegrarme las mañanas de duro trabajo, aunque suene un poco tonto.

Y hoy realmente necesito estar feliz, sonreír, necesito desesperada mente estar bien.

Ha sido un fin de semana de mierda, solo quiero llorar, comerme un buen helado de chocolate y caramelo y seguir llorando y solamente quejarme por todo.

Hoy ni siquiera quería venir a trabajar, pero mi hermana no se encontraba bien esta mañana y el medico le a dicho que necesita descansar, debido al bebé y mamá estaba profundamente dormida y no quería despertarla.

Ella siempre a trabajado muy duro por su familia, por nosotras, y ahora es su momento de descansar y que nosotras trabajemos por ella.

Por lo menos a recordar que hoy iba a venir la señora Gomez y su hijo, me dio un pequeño empujón para volver a la mierda de realidad. Pero igual sigo estando hecha mierda, desde lo sucedido nada estaba saliendo me bien, pero nada de nada, es como si me hubieran echado un hechizo de mala suerte o algo parecido.

-Ya están, todas las fotos, señora Gomez.

-Gracias querida, me hace muy feliz tenerlas.- me dice mientras las miraba con una gran sonrisa.

-Gracias a usted, hace que su visita me haga el día más fácil.- le sonrió, realmente se lo agradezco.

Es bueno tener clientas como ella, la conozco desde que llegue aquí y puedo a segurar que ha sido unas de las pocas personas que me ha abierto su corazón y la puerta de su casa en los peores momentos.

-Ya sabes que no hace falta que me llames de "usted", tutéame, querida.

-Al parecer este año también has hecho un buen trabajo, enana. - dice Pablo, mientras se apoya junto a su madre para ver bien las fotos.

No se muy bien desde cuando se tomo esas confianzas conmigo para ponerme motes, solo recuerdo que desde unos años después de conocernos por su madre y sus típicas fotos y de verlo en el instituto, empezó a llamarme así. No era molesto, pero tampoco me agradaba mucho que me estuviera diciendo a cada momento que era bajita.

Se perfectamente que no tengo una estatura de 1'70 como otras, pero medir 1'58 tampoco esta tan mal.

Empieza a sonar el móvil de la señora Gomez, interrumpiendo así nuestra conversación sobre el color de las fotos y sobre no se que decía Pablo sobre que se le veía un ojo tuerto.

-Pablo cielo, por favor contesta tu, que yo voy a pagarle a Alessa. - dice entregándole su móvil. Su hijo solamente suspira con molestia.

-Mamá, es Mark dice que va a venir a recogernos dice que tiene que decirnos algo urgente. - dice Pablo con pesadez.


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⏰ Última actualización: Feb 17, 2019 ⏰

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