¿Qué es lo que deseas para el futuro?

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El repetitivo tic-tac del reloj resuena con hastío. Durante los últimos cien minutos no he escuchado algo distinto a ello. Frente a mí, tan sólo he observado una imponente hoja casi en blanco. Estoy tan aburrido como abrumado.

Lleva mi nombre, Kyle Broflovski, al inicio de ésta, y más debajo hay una pregunta intimidante.

« ¿Qué es lo que deseas en el futuro? »

En un principio, parece una pregunta bastante sencilla, la cual se debería poder responder con la misma sencillez. Pero yo sé que no es así. Esta hoja representaría el primer paso para el verdadero futuro.

¿Qué es lo que deseo?

Si pienso en mis amigos, ellos seguramente habrán escrito algo propio a ellos. Kenny algo como coger con tantas prostitutas sea posible sin morir por una ETS. El idiota de Cartman algo como acabar con todos los judíos, hippies y homosexuales del mundo. Y Stan... Él habrá escrito algo sobre casarse y tener una familia. No hace falta pensar demasiado para saber que esa familia la desea con Wendy.

Al pensar en esto niego con la cabeza. Veo el reloj y después la hoja. No tengo tiempo para perder pensando en mi mejor amigo y su novia.

Lo más ideal para escribir en este ensayo es lo que se esperaría. Seguir estudiando, entrar en una universidad, graduarse, conseguir trabajo y sobrevivir. Pero todo esto lleva a lo mismo, y que es el factor que deseo evitar: la pecera.

Todos los adultos llegan en algún momento de su vida a ella. Sus vidas han perdido por completo el sentido que sólo se guían por acciones mecánicas. Viven engañándose al decirse que levantarse cada día y ser productivo los hace indispensables, que contribuyen a que este mundo siga funcionando y fluyendo. Y la mentira más grande de todas, que son felices y que se han realizado. Se han vuelto peces desprovistos de sus colores en una minúscula pecera, nadando siempre en la misma superficie y en la misma dirección que los demás, ajenos a aquello que transcurre fuera de su hogar...

Conformismo. La adultez parece ser tan sólo conformismo.

Si escribo que deseo entrar a una universidad y especializarme en ingeniería, los consejeros no me hablarán de otra cosa. Si hablo de humanidades, adiós matemáticas... ¿Y qué ocurre si me he equivocado? ¿Y si aquella no es mi verdadera vocación? A veces parece que la realidad es un juego de azar donde sólo puedes hacer una apuesta definitiva. O lo ganas o lo pierdes todo.

Si ganas, los peces siguen su mismo flujo y te felicitan por haberte adaptado. Si fallas, se decepcionan de ti y te expulsan de la pecera, por ser un anormal.

Entonces, ¿qué son los sueños? ¿Dónde queda el deseo genuino de ser feliz? Supongo que ahí, sepultado debajo de una impenetrable capa de monotonía. ¿Y el amor? ¿Es que hay espacio para el amor entre todo ese conformismo monótono llamado vida?

Si quiero ser idealista, una vida con Stan no llegaría a la monotonía, porque siempre encontraríamos algo nuevo de qué hablar. Porque la vida sería como hasta ahora, donde entre nosotros todo es risas y juegos... pero el mundo no es idealista. Y una vida perfecta no puede llevar secretos de por medio.

Cierro los ojos mientras sigo escuchando aquel tic-tac. Si quiero avanzar en esto y finalmente poder irme a casa, lo primero que debo aceptar es que soy anormal. Yo soy un pez quien desea conservar sus colores a toda costa, aún si eso significa romper en pedazos la pecera.

Y eso es lo que haré, cuando nos obliguen a leer el ensayo frente a toda la clase.

« Lo que deseo para el futuro es ser genuinamente feliz. Quiero construir una vida de la cual esté orgulloso, no la cual personas terciarias aprueben. Quiero probar y equivocarme tantas veces sean necesarias. Si avanzo muy rápido, retrocederé. Si me equivoco, probaré un camino distinto; siempre mirando hacia adelante.

Iré a mi propio ritmo, sin preocuparme de cumplir expectativas o sueños ajenos. Esta vida es mía, y sólo mía.

Trabajaré duro para entrar en la universidad que desee, y yo mismo me esforzaré día a día para graduarme. Si un trabajo no me gusta probaré uno nuevo. Y si eso no sirve, yo mismo seré mi propio jefe; quizá tarde, y al inicio luzca imposible, pero no descansaré hasta lograrlo.

Y si para alcanzar mi futuro ideal debo primero deshacerme de toda limitación, hoy mismo renuncio a mi primer amor. Aquél por el cual me he detenido, por el cual he actuado cuando no quería, y me limité cuando no lo deseaba. Por el cual hablé cuando debí haber callado. Por el cual callé cuando debí haber hablado. Hoy renuncio a la tortura de estar enamorado de Stan Marsh, mi mejor amigo, para poder evolucionar como persona.

Desde hoy, soy libre y soy mi propia persona. A partir de ahora, sólo veré hacia el futuro, con el único deseo de ser feliz a mi manera. Ahí voy, sea inesperado o no».

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¿Qué es lo que deseas en el futuro? | One-sided-love Style | South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora