Te encontré.

Capítulo 1

Receso de la primaria.

-¡Te encontré! -dijo mientras señalaba a su amiga escondida detrás de un árbol.

-Siempre me encuentras muy fácil Gabriel. -se levantó sacudiendo su uniforme con un poco de tierra.

-Siempre te encuentro niña.- ríe.

-¡No me digas niña! Tengo nombre y me llamo Daniela. -Gritó.

-Niña niña niña. -dijo mientras corría alrededor de el árbol.

-¡Qué no me digas niña! -Toma vuelo hacia arriba y pisa el suelo con un poco fuerte.

-Bueno ya ya. -Abraza a Daniela con cariño-. ¿Mejor? -dice mientras le soba la espalda.

-Shi- Lo abraza de frente.

-Eres mi mejor amiga siempre y te voy a querer mucho.

-Y yo a ti, el agrega: -Espero crecer junto a ti y ser muy buenos amigos toda la vida.

A lo que Daniela responde: -¿Me lo prometes?

-Lo prometo bonita.

Pasaban los días, ellos nos les importaban nada. Parecía un juego de niños; realmente se querían ¿Quien iba a creer que dos niños pequeños se querían mutuamente?.

Compartían el desayuno. Se visitaban, se abrazaban, jugaban, reían ¿Que más podían pedir?. Eran felices hasta que...

Un día lluvioso, en la entrada a clases de la primaria

Gabriel.

¡Me levanté muy feliz como todos los días! Quiero ir con mi amiguita Daniela, me gusta mucho pasar tiempo con ella,  ya quiero mostrarle el dibujo que hice para ella.

Daniela.

Me levante algo triste, ya que en la noche anterior me dieron la noticia que me mudaré, sí, mi tristeza es debido a mis compañeros, amigos cercanos, en especial a Gabriel...el es mi único amigo más cercano y que pueda confiar en el, pero en fin...allá vamos. Llegaré algo tarde debido a la mudanza y esas cosas.

Narradora. El fue directo a la primaria con su uniforme y un impermeable de colores muy llamativo, se despidió de su madre se puso su gorro y entró. Él esperaba dentro del salón de clases a su gran amiga.

Pasaban las horas...y ella no llegaba.

-¿Y Daniela? ¿No va a venir? -pregunté preocupado.

-Me acaba de llamar su papá y dice que vendrá de pasada -dice la profesora.

-¿Pasada? ¿Cómo? No entiendo nada.

-Mejor siéntate. -dijo la profesora entretenida en su celular.

-Dígame por favor profesora. -comencé angustiarme

-Tranquilo por favor solo siéntate en tu lugar.

-¿Puedo ir al baño? -Intente hacerme el sufrido.

-Bueno...ves.- dijo algo enojada

-Gracias.
Salí del salón y me dirigí a la entrada esperando a Daniela, no llegaba, busque por los pasillos a ver si ella se escondía, no estaba; me mojé un poco por la lluvia. escuché la voz de su padre en la dirección, me asomé y ahí estaba! -!Te encontré!.- susurré Ahí estaba Daniela pero...¿Qué pasaba? Estaba triste, como si hubiera acabado de llorar; con los ojos rojos, hinchados, nariz roja.