•Unica Parte: Efímero

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Cuando un caballito de mar encuentra a su pareja, si uno de los dos muere el otro se deprime demasiado hasta morir también.

Hay un caso registrado de un delfín que se enamoró de una humana. Ambos vivían juntos por un experimento para que el mamífero aprendiera hablar al ser el siguiente ser más inteligente después del ser humano.
Cómo el experimento no resultó, separaron al delfín de la humana. Esté cayó en depresión, no comía. Así hasta morir. Considerándose suicidó.

Yuuichiro Amane es un tritón que se enamoró de otro tritón. Mikaela Tepes.

Ambos se la pasaban siempre juntos, enamorados. Felices y confiados que el otro estará para él siempre.

Confiar en una persona, me enseñó a no confiar en nadie.

Al atardecer, antes de ocultarse el alba. Cuando el cielo se tornaba de unos colores rojizos naranjizos, ambos nadaban corriente arriba para poder admirar el cielo. Les gustaba ver el cambio de colores de éste, hasta que todo se hacía oscuro y las constelaciones junto a la Luna brillaban.

Esa día fue el de los enamorados. Si bien, aunque ambos intuían que sus sentimientos eran correspondidos por el otro, todavía no eran una pareja oficial.

Ambos al confesarse, entregaron su corazón que es representado por una perla que las familias les daban a sus herederos.

Con apenas doce años, ya se querían demasiado.

Un barco rondaba por esos alrededores. Yuuichiro quiso entonces, convenciendo a su pareja de ir a ver.

—Yuu-chan, esto es peligroso.— le comentó el rubio preocupado a su novio azabache.

—No son piratas. Confía en mí. ¿Acaso no me quieres?— dijo haciendo un pequeño puchero en sus labios, dolido.

—Siempre te querré y amaré.— le sonrió sincero.

El azabache sonrió de igual forma, dándole un tierno beso en la mejilla del rubio, con cuidado nadaban por debajo del barco para espiar.
Mikaela adora ver el cuerpo de su tritón, desde sus aletas hasta sus bellos ojos esmeraldas que son sumamente más hermosos debajo del agua, cuando el Sol alumbra a está.

La gente rica de la tierra ve algo nuevo, novedoso o alguna rareza, no durarán en obtenerlo sin importar que puedan romper o destruir. Incluso hasta extinguir. El ser humano es curioso por naturaleza.

Uno de los tripulantes quién era cazador tenía ojo de halcón. Al capatar esas raras pero bellas criaturas no dudó en obtenerlas, al menos debía atrapar una.

Con sigilo y sin sospecho, reunió a unos hombres para planear y hacer el trabajo para no alertar a los seres marinos.

La red cayó cuando más cerca estuvieron.

—Mika corre. — le dijo seriamente el azabache al notar las intenciones de aquellos marineros.

—Pero el sol todavía no...

—¡Corre Mika! ¡Huye!

Empujó, nadó con todas sus fuerzas empujando al rubio hasta que esté estuviera lejos de su alcance. Pero la red consiguió atrapar al de orbes esmeraldas.

El cazador tenía planeado primero exhibirlo, ganar buena riqueza. O luego quizás, comerlo.

—¿A qué sabrá la carne mitad pez?— preguntó burlón a su tripulación quienes respondían con sonoras carcajadas. El hombre es un albino de ojos rojizos, que aproximadamente tiene veinticinco años.

El rubio sabía que sería tonto volver acercarse por qué lo atraparían. Pero tampoco podía soportar estar lejos de su familia. De aquel hermoso tritón de rasgos infantiles, ojos verdosos y cabello azabache desordenado.

El océano se lleva las lágrimas que derramó, y solo queda el dolor de cabeza por tanto llorar.

Su alma gemela se fue. Jamás podrá recuperarla o volver a verla, él no poder hacer nada más que darles la trágica noticia a sus parientes lo hace un inútil. Y eso es lo que más le hiere.

Al regresar, y dar la mala noticia. La culpa cae sobre él, como si no fuese poco la gran depresión que siente por perder a su amado. Como si de por si no sintiera las ganas de morir al haberlo perdido.

Jóvenes. ¿Qué problemas pueden tener? Dicen los adultos.
Cómo si los jóvenes no tuviesen problemas más que estudiar o aprender para ser alguien de grandes.

Al paso de los días, Mikaela Tepes murió al no comer y tener fuertes dolores de cabeza. Su muerte fue silenciosa, así como su llanto.

Yuuichiro tuvo el mismo o peor destino que su pareja.

Su relación y tiempo juntos fue efímero.

Pero al menos al morir, estarían juntos. ¿No?











Palabras: 711
Fecha de publicación: Viernes, 08, marzo, 2019.
Autor: JaquiiAleWorld.
Fandom: Owari No Seraph.
Historia: Efímero.
Nota del autor:
Un pequeño fanfic que se me ocurrió y terminé de escribir el 17 de febrero del 2019, un domingo por la noche.
Hoy lo revise y solo corregí pequeños errores ortográficos y agregué unas palabras más.

♦ Curiosidades:

•Es mi historia número treinta en ser termina oficialmente.

•Para realizar este pequeño fanfic de 700 y poco más de palabras fue por que ese día mi ex me terminó. No me enojó tanto que lo haya hecho, sino que hablará con una persona para que lo hiciera.

•El título se me complicó bastante, antes tenía "Juntos" o "Cruel Destino"; pero decidí cambiarlo cómo habrán notado.

•Lo del caballito del mar y el caso del delfín son hechos reales. Quizás algunos ya los conozcan.

•El año ficticio en el que se desarrolla es 1951.

•El hombre o "capitán" del barcos es Aristóteles.

Esto ha sido todo por el momento.
Hasta la próxima.

"Efímero"- MikaYuu- Au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora