Chapter 2: Little Deer

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Vete a casa, dijo Bill; no entres al bosque, dijo también. Los lobos y los cambia formas se comen a los caperucitos azules; y para ser honestos eso fue lo que Will intentó... Por unos dos minutos, mientras nadaba en la incesante y mundana marea de gente jocosa, quienes lloraban y suplicaban por otro acto de los gemelos psíquicos; no es necesario decir que no lo obtuvieron. La marca de un buen animador es que siempre hay que dejar al público con ganas de más; sumado al hecho de que Dipper y Mabel Gleeful tenían mejores cosas que hacer. La joven probablemente se retiró al mercado a comprar artículos de alta calidad mientras que Dipper... Se fue? Will no lo vio con su hermana después del acto, así que probablemente se haya ido tan pronto como pudo para evitar el enojo y acusaciones por parte de Bill; ambos eran demasiado tercos y petulantes, no de mala manera, claro- Bill podía tener su orgullo, pero siempre cuidaba de su hermano menor (gemelo... Pero el rubio insiste en ser el mayor. Y la diferencia en centímetros no deja cavidad para alguna objeción) y en cuanto a Gleeful... Él es un joven con modales, quieto y orgulloso, y a pesar de que Will no tenía la oportunidad de ver más de él como siempre veía más en Bill; solo tenía la idea, el sentimiento, el saber de que bajo un rostro frígido, cabello peinado con cuidado, lentes y esa marca de nacimiento que a Will le parecía sorprendente (cosa que Bill reprochaba...); debe haber algo bueno. Quizá como la hermandad entre Bill y Will; pero con Mabel G. Y el menor de los Alion sentía un tímido sentimiento por saber más del castaño.

Quizá hay que tener cuidado con lo que deseas.

Will en serio quería hacerle caso a su auto proclamado hermano mayor; pero cuando sintió que en medio de la multitud alguien ponía la mano sobre su hombro; tuvo que detenerse. El instinto de lucha o huida era inexistente en el pequeño Alion; ya que Bill siempre lo defendía, en lugar de correr o luchar él tan solo se paralizaba como una víctima. Por eso es que nunca corre antes de que las trampas en el bosque se activen, y el resto es historia.

El deseó conocer más a Dipper, cierto? Ahora dicho castaño estaba detrás de él, tomando su hombro y Will ni podía girar para ver de quien se trataba.

-William.
Y con eso se identificó, una voz suave y frígida pero calmada; el mencionado pudo girar su rostro para verlo.
-Acompañame.
Eso fue todo, la mano en el hombro del joven bajo para sostener su brazo y guiarlo (arrastrarlo) en dirección contraria a la que se dirigía hace segundos.

Will no pudo evitar hacer una mueca un poco avergonzada; literalmente lo arrastraban como a un muñeco de trapo por los infestadas calles, y a pesar de nadie les prestaba atención y del hecho de que esta no es la primera (ni será la última) vez que lo arrastraban; era vergonzoso. Él y Bill tenían la misma cara, por todos los cielos! Y no podía mostrar espinazo. En los más recónditos sueños de Will él se decía con ánimo que podía ser duro si quisiera; pero la oportunidad aún no surge... No quería ser duro con Dipper, aunque dicho joven sea duro con él... Pero así es él con todos, de ahí ha de venir la curiosidad por saber si tiene un lado suave. Finalmente, Will logró formular algunas palabras mientras avanzaban rápidamente; algo en el caminar recto de Dipper lo hacía prácticamente correr a pesar de dar la impresión de que caminaba calmadamente.

-J-Joven Gleeful... A dónde vamos...?
Porque la dirección a la que se dirigían, y que es reconocida, no da buena espina en lo absoluto. Es más, la pregunta es más para captar la atención de Dipper que para saber. Y claro, el castaño no respondió, sin embargo y sin mirar atrás, dijo algo más al respecto.

-No me llames así. Suenas como mis torpes criados.

Y Will se mordió la lengua. Fuerte. Muy fuerte. Aunque el tono de Dipper no era uno de enojo o indignación o molestia... Era calmado, y su agarre en el brazo del menor era suave pero firme. No mucho después llegaron a donde William adivinó se dirigían (adivinar? Ha! Era más que obvio!): la mansión Gleeful. De tres pisos, enorme jardín con tantas flores y siendo atendido por tantos criados y sirvientas que era casi ridículo. Siempre que Will pasaba en frente, no podía evitar verla con ojos grandes e iluminados. Una que otra vez veía a Dipper sentado junto a una ventana del segundo piso; leyendo con una taza de té o café (o veneno, según Bill) y quizá era una ilusión óptica; una insistente e incesante ilusión óptica pero cada vez que Will lo veía y el castaño le devolvía la mirada; parecía que le enviara un calmado saludo desde lo alto.

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