2ɴᴅ

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Mis ojos se abren y veo un pequeño cuerpo a mi lado, su ojos ya yacen abiertos y al generar un contacto visual, sólo se limita a sonreír sin mostrar sus dientes, no me gusta cuando hace esa sonrisa, me gusta ver sus frenillos. En el momento de desconcentración que tuve, veo como se levanta y sale de la habitación, pero lo veo volver rápidamente con un vaso en mano, se qué viene ahora: las pastillas.

Me obliga a abrir la boca para meter la medicina que acaba de sacar del pastillero señalando ser el primer y único martes de una nueva semana. Me rehuso y cierro mis labios con fuerza, no me gustan las medicinas, son asquerosas y debes depender de ellas si tu caso es grave, como yo que debo ingerirlas toda la vida que tengo por delante, entonces me besa suavemente diciendo que es la única que tomaré hoy, que no tengo que alterarme. De verdad no me gustan, pero lo hago por él.

Odio los martes, pero lo amo a él.

— Así, bien... Ahora, tragatelo — puso el vaso con agua entre mis labios y lo alzó levemente para que el líquido se incline y pueda caer dentro de mi cavidad bucal. Mi manzana de Adán se movió de arriba a abajo al tragar — buen chico, Hyunjinnie.

— Odio esto, saben mal.

— Cariño, pero si ni sientes su sabor, sólo las tragas.

— Cállate, yo soy él que las toma — fruncí mi ceño y me cruce de brazos mirándolo molesto.

— Ay, vamos... Ya terminó, no te enojes conmigo — se sentó sobre mi cuerpo y lo abrazó dejándose caer sobre mí buscando más contacto mutuo, pero me rehusé otra vez a aceptar tal abrazo.

— Sigo molesto.

— Hey, te obligo por tu bien estar, cielo.

— Todo el tiempo dices lo mismo, pero sólo me haces enojar, no me gustan — lo oí suspirar para luego decirme...

— Bien, será la última vez, lo prometo — levantó su dedo meñique, yo le miré y terminé por aceptar entrelazándolo junto al mío — ¿amigos ahora? ¿todo bien entre nosotros?

— Umh... Déjame pensarlo... — miré atento a sus brillantes ojos y me rendí — ok, todo bien ahora.

— ¡Bien! — sonrió mostrando sus dientes blancos y ordenados y... Espera... ¿Y sus frenillos?

— ¡Hey! ¿y tus frenillos?

— Oh, m-me los quité la semana pasada... ¿N-no te gusta?

— No exactamente — me molesté, Yang Jeongin se quitó los frenillos sin pedirme permiso previamente.

— ¿No? ¿p-por qué?

— Eras más adorable con ellos, ¿y qué hay de ese maquillaje?

— Hyung... No es maquillaje...

— ¿Y qué es si no? ¿es real? ¿¡quién fue el o la imbécil que te hizo eso!?

— M-mi padre...

— Ese imbécil, ¿no se cansa de hacerte daño? — me puse a gruñir cual perro enrabiado — ¿En dónde te hizo daño?

Vi como se quitaba la camiseta y me mostraba sus costillas con moretones y algunos rasguños. Lo empujé con cuidado hacia atrás y comencé a besar desde el pómulo morado hasta las costillas mientras acariciaba con mi mano izquierda su vientre. Estaba apunto de ser mayor de edad, pero ya nos habíamos acostado muchas veces antes, así que no le generaba tanta molestia que hiciera esto cada vez que le veía herido.

Dejaba mis propias marcas sobre esas feas heridas.

Entonces cuando sentía que había eliminado el daño, lo besaba una última vez y le coloqué su camiseta devuelta.

Me levanté y nos vestimos a la par para luego ir a comer algo, no estoy seguro si el desayuno o el almuerzo puesto que los martes nos levantamos tarde.

— Hoy es tú turno de cocinar, ¿qué comeremos?

— Umh... ¿Le parecen huevos, hyung?

— ¿Con papas fritas?

— Con papas fritas serán.

Tal y como lo prometió, en 25 minutos estaba todo listo y servido. Comenzamos a comer y le empecé a preguntar sobre la universidad, tenía entendido que el segundo año de su carrera era duro, así que hablamos sobre eso y de lo mucho que se ha esforzado por su título. Dice que todo va bien, que sus notas son las mejores de su sección. Lo felicité, puesto es un gran logro para él. Es agradable hablar durante el almuerzo con él.

Terminamos y me dice que lavará los platos sucios, le digo que lo haga más tarde y nos vayamos a ver algo o a dormir un rato, pero que quiero pasar tiempo con él, ya que casi nunca lo veo por sus estudios. Jeongin no puede negarseme, acepta sin oportunidad de rechistar y nos vamos a jugar en la consola a un juego muy divertido de pelea, jugamos muchas rondas y al final quedamos en un empate en la puntuación por lo que nos miramos como rivales y le dije que sólo por esta vez dejaría que esto quedara así, a la próxima, saldría vencedor y me dijo algo parecido y nos echamos a reír.

El jugar se hizo tedioso y terminamos por apagar el aparato y cada uno fue a hacer lo que quería. Jeongin fue a lavar los trastes y luego la ropa, yo empecé con mis dolores de cabeza otra vez y me empecé a quejar en voz alta, sentía que mi cerebro estaba siendo estrangulado en ese preciso momento. Jeongin debe haberse cansado de mis quejas que vino corriendo con un vaso con agua y ni sospeche que el agua tenía algo dentro, pero una vez pasó por mi lengua y garganta, el sabor fue asqueroso y me puse a tocer, miré furioso a Jeongin por no haberme avisado sobre el "ingrediente secreto" y él se disculpó diciendo que era para que no sufriera más, entonces sentí mi cuerpo pesar y me dormí sintiendo por último los finos belfos de Jeongin sobre mi frente como si me deseara dulces sueños.

Así son los martes.

the 7th part of me || hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora