<<One Shot>> Paz momentánea.

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"La herida que dejó tu partida jamás va a cerrar. Juraste estar conmigo siempre."


Después de todo lo que habían vivido, los hermanos asgardianos no sabían cómo sentirse al respecto.En su habitación, Thor se miraba al espejo. El vacío en su cara, donde antes estaba su ojo, le causaba sensación de desagrado. Pero estaba consiente de que las heridas de guerra eso eran: recordatorios de los triunfos o fracasos en batalla. Después de todo era un Dios, y recientemente nombrado rey de un pueblo que casi perece ante los deseos incontrolables de una hermana sedienta de sangre. Estas heridas no eran nada para él. Solo eran cosas superficiales.En cambio, las heridas que su alma albergaba...esas sí dolían profundo. Perdió a su padre y a su madre. Perdió a la mitad de su gente (a quienes sentía que les había fallado). Lo único que quedaba era su deseo inextinguible de profesarle a su ser amado, a esa persona que, aunque le había traicionado más veces de las que pudiera contar, sus sentimientos no le permitían despreciarle. Muy al contrario: las cosas se tornaban más serias y profundas cada vez. Sintió que lo perdía muchas veces, y sin embargo se encontraba más cerca ahora.El rubio miró su parche con detenimiento; sintió que las lágrimas se le derramarían. Suspiró sin más, y se lo colocó en su lugar. Volvió a ver su reflejo, mientras el mar de pensamientos le taladraban la cabeza, en ese vacío silencioso que solo el cosmos puede ofrecer.De pronto, sintió que no estaba solo. Giró la cabeza, y ahí estaba saliendo de la oscuridad, suponía él, la representación de lo que le volcaba el corazón de solo mirarlo: Loki mismo.


-Se te ve bien.- La voz de Loki, serena y ligera, y encima esa sonrisa tan amplia y desvergonzada, le hacían saber a su hermano que venía en paz.


Thor esbozó media sonrisa, irónico, mientas buscaba algún objeto cercano para lograr el pensamiento que le atravesaba la mente. Vio una pequeña taza a su alcance y la tomó. Había pasado toda la vida con Loki, y había prestado suficiente atención como para estar muy seguro de conocer las costumbres de su hermano. De ser tan engañoso y no mostrarse tal cual es. De presentarse por medio de una ilusión solo para burlarse de la gente.

Pero, igual estaba feliz de tener aunque sea una mínima parte de ese ser que le hacía arder el pecho.

-Parece que después de todo, no eres tan malo, hermano.


-Tal vez.-Afirmó Loki.


-Te abrazaría, pero no estás aquí.-Y Thor arrojó el objeto, como tantas otras veces, confidente de que de todas formas le atravesaría.

Pero Loki lo detuvo.-Sí lo estoy-Este sin perder la sonrisa, ni su postura característicamente firme, se sentía extraño de haberse presentado de forma personal.

Pero Thor...lo miró un instante, sorprendido y fascinado. Loki jugueteaba la taza en sus manos, momento en el que Thor aprovechaba para observarlo con más detenimiento: sus nudillos rosados, sus dedos largos y delicados, sus ojos verdes y dulces, que no lo miraban directamente. Sus labios delgados, inseguros, pero tornados en una sonrisa que cada vez se hacía más nerviosa. Su cabello que caía delicadamente sobre sus hombros, oscuro como el espacio mismo.

Thor se acercó a Loki con mucha seguridad, mientras este estaba ahí parado aún sin saber que decir o cómo actuar, eso era nuevo para él, y el silencio que precedió no le ayudaba nada. Dio un paso para atrás, solo para retrasar lo inevitable. Aquél rubio divino, su hermano, le había abrazado como palabras antes le había asegurado. Loki cerró los ojos y sintió el aroma característico de Thor: como el bosque recién caída la lluvia. Su mano instintivamente se fue hacia atrás, mientras hacía presente una daga. Empezaba a sentirse incómodo.

Tu muerte no será en vano [Thorki FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora