Primera semana / 1

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-me llamo Mia , tengo 18 años casi 19. Aunque mi trabajo es muy fácil de entender, sé que los prejuicios están siempre presentes y eso hace que a la mayoría de las personas les cueste: sin embargo, tras una breve explicación, lo verán todo más claro .
»No soy una psicóloga, tampoco tengo estudios más allá del bachillerato, quiero que tengan esto siempre presente.
» Simplemente , se me da realmente bien intimar con la gente. Consigo que sin apenas conocerme me cuenten su vida, les hago sonreír en menos de un minuto porque nada más ver a alguien descubro lo que le hace feliz.
»Tras muchos años siendo eloguiada por esta gran virtud, decidí innovar y dedicarme a ello profesionalmente. Me di cuenta de que mucha gente lo único que necesito es un amigo fiel y, por desgracia, no siempre se tiene ahí. ¡ Yo soy esa amiga incondicional, si esa persona que contagia su felicidad el resto ! Si ustedes me contratan, yo me encargaré de hacer feliz a quien haga falta sea como sea.
Me quedo callada, conteniendo la respiración, con una sonrisa enorme ocupando todo mi rostro Y esperando una respuesta. Pero el espejo no responde. Suspiré a te el , nerviosa. Me gustaría volver a repetir mi discurso y mejorarlo, pero el tiempo no juega A mi favor y siendo consciente de que la impuntualidad es uno de mis grandes defectos, es mejor que deje de mirarme y prosiga preparando la carpeta.

Sí, hoy tengo una importante entrevista de trabajo, he madrugado más de lo habitual para ir bien arreglada: lo único que sé de estos nuevos clientes es que es una familia muy adinerada , Así que supongo que querrán a una persona con una buena imagen para atenderlos . He decidido llevar el vestido rojo que tanto me favorece, conoces tacones no muy altos ; tampoco quiero destacar demasiado.
-mía, vas a llegar tarde como sigas llevando ese ritmo -me advierte mi compañera de piso desde la cocina. Ni siquiera me había dado cuenta de que está despierto. Voy corriendo hacia allí, pero una tostada y le beso en la mejilla.
-tranquilo, Lucas... ¡Lo tengo todo bajo control !
Lucas y yo somos mejores amigos, te llamo si no desde que nos conocimos en preescolar. Hace un año tomamos la decisión de compartir piso, tenemos la suficiente confianza como para hacerlo y la verdad que nos ha ido bastante bien. Nuestra pequeña ( muy pequeña ) «mandion » es Super acogedora, en parte gracias a que Lucas trabaja como decorador de interiores. Cuando nos mudamos está vacía, y con el tiempo el fue llenándola de detalles, colgando cuadros en las paredes, colocando en cada rincón un recuerdo diciendo tres... A hecho este cajón nuestro diminuto paraíso. Tenemos un salón con el sofá más cómodo del mundo y un tocadiscos en mi habitación que mis padres compraron en una tienda de antigüedades con cuya música no se encanta bailar todas las noches. Y sí, es cierto que su habitación es más grande, pero la mía tiene la ventana con vistas al mar. Unas vistas que dejan sin palabras hasta el más hablador. Despertarme cada mañana y ver mis hermosas islas flotando en el gran charco azul hace que siempre me levante con un buen pie .
-¿Como es el nuevo sujeto? - pregunta mientras hacer tortitas .
-pues no tengo ni idea... Únicamente hablado con sus padres como , los Jones ,unos ricachones que viven a solo 10 minutos de aquí quieren llevarlo todo muy en secreto - respondo mientras le robo también un poco de mantequilla para la tostada -, parece interesante ...
-sabes que no me gusta nada esto que haces, mía. Has tenido la gran suerte de trabajar siempre con personas con buenas intenciones, pero algún día puede que te toques con un imbécil. Desde que Lucas supo a qué médico, me recuerda cada día que no es desagrado. A veces resulta muy molesto pero sé que lo hace porque se preocupa mucho por mí: podría decirse que es como mi hermano mayor. Me alegra sentirme protegida, comprobar que le importo a alguien, que se preocupa por mi bienestar tres... La verdad es que no puedo negar lo que hice, pues en mi trabajo en Pattison mucho con las personas y mete demasiado en su vida, su privacidad. Es arriesgado, porque igual que puedo sanarlos a ellos, puedo herirme a mí mismo ; igual que los hago felices, puedo convertirme yo en una infeliz eres... Pero lo que hago me complementa: adoro mi trabajo, no podría vivir sin llevar la dicha a los demás.
-Debo irme ¡Te quiero !¡Y que aproveche ! - me despido intentando no darle más vueltas al asunto .
Antes de cerrar la puerta y emprender mi nueva ventura me aseguro de que llevo la carpeta en la mochila - es imprescindible-, ya que soy una olvidadiza, y, efectivamente no la llevo.
- Toma , eres un desastre .-Lucas aparece como por arte de magia por la puerta y me entiende mi maldita carpeta roja.
-¡Oh , gracias !¡Te adoro !
La abrazo con especial cuidado para no derramarle por encima la taza de café y bajo corriendo por las escaleras. Vimos en octavo, pero nunca cojo el ascensor: tengo unas piernas maravillosas que no puedo desaprovechar y, además creo que es mejor dejar el ascensor para 10 personas que por desgracia no puedan bajar cada escalón con el entusiasmo con que lo hago yo. Abre la puerta del portal, me tengo a la espera del aire fresco de la mañana y me acerco hasta mi bien más preciado minuto una vespa de color azul verdoso que me lleva siempre a todas partes. Desplaza mi mano hasta en la mochila para coger las llaves, pero estas no aparecen por ningún sitio. .
-¡No sé qué harías sin mí!-es Lucas, otra vez, desde la ventana de mi habitación. Tiene mis llaves en la mano y las deja caer con cuidado para que la recoja desde la calle.
-¡Yo tampoco lo sé - Le envío un beso volador de esos que tanto me gustan, y los recoge con la mano y se lo lleva al corazón. Después de tantos años, ya tenemos nuestra propia lengua de signos.
Me pongo el casco, arranco y acelero. Comprar a Spring ( sí, es el nombre con el que bauticé la moto ) No fue nada fácil. La vi por primera vez en una tienda de vehículos de segunda mano, estaba en el escaparate y cautivaba las miradas de todos los que paseaban por el suelo. Su color, su brillo, su elegancia tres... Tú eres increíble, menos su precio. Si no me da risa, iban arrebatarme la de las manos, como había sido un flechazo, a primera vista. Así que decidí hablar con el vendedor , conseguí comerle el coco con palabras bonitas y convencerlo de que me la reservase durante tres meses.¡ Eso es muchísimo tiempo para un vendedor, se la había podido vender a cualquiera mucho antes ¡ Sin embargo, espero a que yo lograse recoger el dinero necesario. Algo debió de ver en mí. Y lo conseguí. Justo después de tres meses, le entregó un sobre con todo el dinero que pedía en metálico y, a cambio, recibe mi mayor tesoro .
Lucas dice que estoy demasiado obsesionada, que no deja de ser un objeto, pero le he cogido tanto cariño... Me ha llevado a sitios maravillosos, hemos recorrido miles de kilómetros... Dejo mis recuerdos a un lado para aparcar a Spring Sobre la acera. Una vez que me des ojo del casco, buen tiempo dura el nor mi casa con un jardín delantero todavía más enorme, repleto de árboles, flores y diversas fuentes que escupen agua a borbotones, se alza, imponente frente a mí. Me acerco hasta el portal, que me deslumbra con el color dorados de sus barrotes , el timbre.
Sobre este hay una  pequeña cámara, como en muchas viviendas, para ver quién accede a ella. Me  arreglo el pelo  endereza la espalda, prepara mi mejor sonrisa y espero un «¿Quien es ?» .
No obstante, el portal se abre automáticamente tras emitir un zumbido. Supongo que no tendrás muchas visitas ya habrán dado por hecho que era yo la que llamaba.

Entre sorprendida por el camino de piedras que se abre ante mis pies. De repente parece que me he transportado a un jardín japonés, la granizo en la tura Leza hace que me sienta intimidada. Sigo andando hasta que llego a las puertas de la mansión que está abierta de par en par invitándome a entrar .

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2019 ⏰

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