Era una tarde, eran al rededor de las 5:16pm y a pesar de que tenía 5 años recuerdo que era 13 de enero de 2008, nunca olvidare esa fecha pues una hija nunca olvida cuando muere su madre:
–¡Aaaanaaa!– grito mi padre.
Senti que el tiempo se detuvo y que el aire dejó de soplar, el nunca me llamaba así siempre me decía "Anita", así estuviese molesto conmigo sentí un nudo en la garganta y mi corazón iva a mil millas por hora, vi temor en su cara y dolor en la mirada, las lágrimas no paraban de rodar por su mejilla, luego sentí que el mundo se iva para atrás y un fuerte dolor en la cabeza, pues me había caído del columpio, quedaba serca de mi casa, y un poco mareada me levanté y corrí hacia mi padre, juntos entramos a la casa, nos sentamos en la sala y me dijo:
–Desde ahora viviremos solo tu hermano, tu y yo.
Con inocencia le pregunto:
–¿Y a mamá donde la dejas?
–Tu madre se ha ido para siempre, y nos ha dejado, ella ahora esta en un lugar mejor, donde nadie le va hacer dañó– me lo dice llorando.
–¿Y por que se fue, acaso nosotros le hacíamos dañó?
–No mi niña se fue porque Dios la llamó.
–Bueno la vamos a visitar.
–No se puede es un viaje muy difícil.
–Entonces la llamamos por teléfono igual que a la abuela.
Mi Padre bajó la mirada, miró a mi hermano y nos dio un fuerte abrazo, yo nunca imaginé que fuese el último abrazo que nos daría .
Luego veo unos señores vestidos todos de blanco como doctores y venían empujando la camilla en donde estaba mi madre. No entendí nada de lo que me dijo mi padre ¿Por qué mi madre se iría de la casa?, ¿Por qué no la podíamos ir a visitar? Y ¿Por qué no la podíamos llamar como a la abuela? Cosas de niños. Tampoco entendí porque mi madre estaba acostada y arropada con una sábana blanca, pensé que estaba dormida, tenía muchas dudas:
–Se van a pasar la noche en donde su abuela– nos dijo papá.
–Te quiero acompañar papá– dijo mi hermano.
–No puedes Marcus.
–Quiero ver a mamá– le digo a mi padre.
–¡NO LA VEREMOS MAS ANA MARÍA!– me respondió con ira y gritando.
Desde ese momento sentí que algo había cambiado dentro de mi padre pues el no nos gritaba.
***
Cenamos y nos fuimos a la casa de la abuela, ella vivía en Caracas y nosotros vivíamos en Cúa un pequeño pueblo que quedaba un poco lejos de donde vivía la abuela mientras mi padre conducía vi que estaba hablando sólo, sentí miedo no bajaba la velocidad del auto.
***
Por fin llegamos a casa de la abuela:
–Hola madre ¿Cómo estás?– dijo mi padre.
–Bien hijo mío, lamentó lo de Alicia– responde mi abuela.
Más dudas se crearon en mi mente pues así se llamaba mi madre Alicia Levuack, mi madre era de descendencia francesa, lo que no entendía era ¿Qué le había pasado a mi madre? Eso que dijo mi abuela era extraño:
–¡Aahy! Están mis retoñitos, como los extrañe– Nos dijo la abuela abrazandonos.
–Hola abu– así le decíamos mi hermano y yo.
–¿Cómo están mis nietos favoritos?– era algo sin lógica, éramos los únicos.
–Bien abu– respondemos en forma de fastidio.
–Les prepare galletas de jengibre.
Eran nuestras galletas favoritas, la abuela siempre nos las preparaba con leche caliente antes de irnos a dormir, cada vez que la íbamos a visitar.
A pesar de que las galletas estaban divinas empiezó a notar la ausencia de mi madre, mi padre estaba en la sala viendo la televisión me acerco a el y le pregunto:
–¿Papá me puedes explicar que es lo que pasa con mamá? No entiendo nada de lo que esta pasando.
Mi padre me levanta y me sienta en sus piernas:
–Hija- suspira –asi como nacemos también...– iso una pequeña pausa– hay algo llamado la muerte que es parte de la vida...
–¿Papi, que es la muerte?– digo interrumpiendo.
–Es un sueño profundo, de donde nunca se despierta, y después de ese sueño puedes ir a un lugar llamado Cielo, que es un lugar bellísimo gobernado por un señor llamado Dios, o a un lugar frío y oscuro, lleno de maldad gobernado por alguien malo llamado Satanás.
–¡Ok! Papi, pero ¿Qué fue lo que le pasó a mamá?
–Tu madre calló en ese sueño profundo.
–¿Pero ella va a despertar verdad?
–No hija mía, tu madre esta con Dios en el Cielo.
–¿Más nunca la veré?
–No Anita, más nunca la veremos– lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
Sentí un vacío y entendí que era la muerte.
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Aquí les dejo el 1er capítulo, espero que lo disfruten y que no se les olvide dejar sus comentarios y sus me gusta.
Besoos.
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Mi Tiempo Ha Llegado
Teen Fiction"Después de la tormenta viene la calma" esas son las palabras de fuerza ante tanto dolor y sufrimiento para Ana, ya que su vida no ha sido muy buena que digamos, pero después que encuentre el amor, va a nacer un rayo de esperanza para Ana.