Sorpresa Nocturna

Roby

Roby, un astuto y curioso ladrón de carteras había divisado a lo lejos a su mayor objetivo, una jóven chica rica y rubia saliendo de un club nocturno algo ebria ¿Qué mejor oportunidad?

Él, con su inmensa astucia, cruza la calle y se prepara. Ella andaba sola, y la luz de la noche le favorecia.

—Hola hermosa, linda noche ¿eh? —el lado más galán de Roby salió a flote con esa frase.

—No te me acerques —le contestó la rubia tambaleante— soy más fuerte que tú, vago de mierda —y le levantó el dedo del medio.

Astuto como siempre, Roby dió a conocer su inteligencia.

—No es mi intención molestarte. Trabajo aquí ¿sabes?

—¿En serio? ¿Y qué eres?

—Es un secreto.

La chica había levantado la ceja y dió un paso hacia él. Lo logró. Se interesó en Roby. Solo faltaba huir con su cartera.

—También tengo un secreto —le revela la chica.

—Uh, eso me fascina ¿me dices?

—No sé si deba... —tibuteó la chica, bajandose un poco la falda enredada.

Roby se le acerca un poco. La chica por instinto retrocedió, pero le agradó.

—Dimelo, no se lo contaré a nadie—. Ya podía saborear esa cartera y billetes en sus manos.

—Pues... Me pareces guapo ¿Y si...?

—¿Ajá?

—Tengo pene —Le dice la chica.

El pobre Roby miró hacia abajo, y sí, había un bulto marcado y apretado bajo esa falda ajustada.

Fue tal el pánico de Roby que se marchó sin decir palabra, sin bolso ni nada, solo con miedo de que le partieran su culito. Vaya noche la de él...

Gracias por leer, guapos.

Recuerden huir de sexys desconocidas.