Una carta de adiós. // Yoonmin. // OneShot

Parte única.

¿Un poeta quiere y desea ser reconocido o comprendido?

¿Un escritor anhela ser publicado o ser leído?

¿Tú deseas crecer o realizarte?

Realmente, al día de hoy, yo no deseo ninguna; ni como poeta ni como escritor y mucho menos como persona. La gente me llamará perdedor y hasta cobarde pero, ¿acaso no tenemos ese afán de complicarnos más la vida?, y si no es así ¿por qué retrasamos lo inevitable?, ¿por qué una persona ama a alguien a sabiendas de que no podrán estar juntos?, ¿por qué respiramos aún si comprendemos de cerca la ausencia de la vida?.

Yo no responderé, eso te lo dejo a ti y a cualquiera que lo lea.

Tengo una causa. Una razón y aunque sé que ninguno la comprendería soy capaz y hasta impertinente para aclararla.

Estoy cansado y puedo tantear que estoy en un nivel mayor al de cualquiera. No solo lo estoy física ni sentimental; es más moral y psicológicamente que nada.

Me siento muerto, ausente, mentiroso y podrido...

Conozco actualmente más razones para seguir con nombre y apellido de las que tengo para renunciar pero esto ya estaba decidido; y solo me hacen marear.

La vida te golpeará cuantas veces pueda mientras tú no le devuelvas aquello. Se podría analizar como una atracción: una montaña rusa; subirás más mientras más fuerte golpees y llegará un momento en el que estarás ascendiendo bastante tiempo; eso sí, todo lo que sube tiene que bajar... Y en mi, con tanto golpeteo, ya no hay ni una sola pizca de fuerza... ni una. Ya no puedo subir como debería. Mucha gente podría argumentar que las personas que me rodean no me ayudaron lo suficiente pero, no te sientas culpable pequeño destinatario, el nivel más alto y necesario para seguir aquí solo lo puedes lograr por tu cuenta, nuestros amigos y seres queridos simplemente darán "cuerda" un poco como para poder apreciar su presencia... Y ahí se hace notorio uno de mis tantos problemas, no sé si no quiero o no puedo, pero ya no subo y solamente bajo, y bajo, y bajo...

¿Cómo llenas el vacío de ausencia que te deja una persona, cuando la única fuerza para no seguir bajando es la de ella? ¿Qué pasa cuando, al momento de bajar, me llevo conmigo a mis soportes: a cada una de las personas que han intentado que no me rindiera?.

Esta carta va dirigida especialmente a tí porque siempre has creído que soy una persona fuerte y como buena decepción, vengo a demostrarte que no es cierto. Porque le temo a más cosas de las que admito y admito más cosas de las que realmente temo.

Actualmente, ya no hay vuelta atrás. En el momento en el que tú leas esto espero ya no seguir sufriendo, ya no temer, ya no esperar cosas que nunca pasaran; simplemente, ya no.

Te amo, chico; te amo tanto.