Kim YoungWoon es un chico que sufre constantemente maltratos por parte de sus padres, la época en la que se encuentra viviendo es muy antigua; un día se encuentra con un ser que a sus ojos es angelical, sin embargo, él es una de las criaturas que go...
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Aun estaba en la tranquilidad de la soledad de ese enorme bosque, su espalda yacía recargada en la gran roca, mientras que él con la vista en el cielo, de sus mejillas resbalaban pequeñas gotas cristalinas que se originaban en sus rasgados ojos, su llanto aún no cesaba, al contrario, pese a que estaba en silencio, su mente divagaba en lo que había vivido las últimas horas; tenía que admitirlo, se sentía inmensamente solo, además, estaba el hecho de que había estado viviendo en una terrible mentira y peor aún, una mentira creada cruelmente por el único ser que creyó nunca le haría daño... qué equivocado estaba.
Levemente decidió que ya no tenía por qué seguir atormentándose con el pasado, ya que al fin y al cabo se había desahogado y eso estaba en donde tenía que estar... en el pasado. No podía hacer nada para remediar las cosas, así que a paso lento se internó aún más en la negrura del bosque, sus pies lo llevarían a ese lugar que esperaba, lo haría sentirse tranquilo.
Corría sin descanso alguno, debido a su nerviosismo no se podía concentrar para viajar a través de la neblina, momento antes lo había intentado pero nada, así que sin perder más tiempo se puso en marcha con el único medio que tenía... sus pies; a pesar de todo, la velocidad que tenía era sorprendente, nada que ver con el ser humano que un día fue, ahora era más rápido y ágil.
Tenía solo un pensamiento surcando su mente, llegar a ellos, nada le importaba más que saber que su hijo y Leeteuk estaban a salvo, pero dentro de él temía lo peor, al enterarse de que fue una mentira lo de Kangta, le dijo a Donghae solo lo más relevante y partió de nuevo a ese lugar del que nunca debió salir acatando las órdenes del líder-Fui un estúpido-Se repetía constantemente-Nunca los hubiera dejado solos-Seguía con su camino invadido por el miedo y la desesperación.
De lejos vio el lugar en que estaba su ahora familia, tomó el pomo de la puerta con el corazón latiéndole a mil por hora, sudaba ligeramente y la mano le temblaba, pero, sabía que lo menos que tenía que hacer era ponerse en ese estado, por lo tanto giró la perilla y entró...-¡Leeteuk!-Grito varias veces pero sin respuesta, el lugar estaba en completo silencio, un silencio, que lo consumía lentamente, fue directamente a la habitación pensando que encontraría a ambos descansando después del parto del castaño, sin embargo, con lo que se encontró lo dejo mudo y con el cuerpo congelado.
En la cesta donde se suponía debía estar el recién nacido, no había nada, solo las mantas que horas antes cubrían su frágil cuerpo, removió un poco el interior y lo único que encontró fue el olor de Kangta, ahora no había ninguna duda, él debía tener a su pequeño hijo, el corazón se le estrujo al pensar en las condiciones que se encontraría su hijo en manos de ese demonio que se hacía llamar camarada de la legión dragón.
Sostuvo fuertemente la sábana de su pequeño queriendo canalizar en el agarre el coraje que le invadía, pero, en cuestión de minutos el odio se fue siendo reemplazado por el miedo; dentro de Kangin algo había hecho click, ya que no había visto a Leeteuk por ningún lado, pensó entonces que Kangta se había llevado a ambos, sin embargo, al admirar mejor y con más detenimiento el lugar observó que parte de las mantas que cubrían la cama estaban en el suelo.
