04. El perdón.

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-Hey- escuché a Zayn a mis espaldas.

di la media vuelta sólo para verle la cara - ¿qué?.- odiota.

- perdón, ¿si?- se rascó la nuca. - no suelo pedir perdón pero no me gusta que traten mal a mi hermana-. tragó.

- vale-. di nuevamente la media vuelta y comencé a caminar a mi casillero.

-¡hey!- gritó. - no suelo ser así con las mujeres-. sentí sus pasos detrás de mi. - y no quiero llevarme mal con una, ¿si?- me frenó tomando mi muñeca izquierda.

-sueltame Malik- ordené mientras tiré de mi brazo.

- ¡eres una puta jodida amargada!-. gritó saltandome el brazo de un tiro.

yo simplemente lo miré y el bufó, ¿por simplemente no me dejaba?, si yo fuera el no me importaría que la gente pensará cosas de mi.

- ¿¡quién te crees para tratar así a un chica!?- lo desafié con la mirada. -¡no me importa si nos llevamos mal Malik!, sólo no me hables en tu jodida vida-. están cerca de mi casillero así que caminé acerca de él para poder abrirlo y dejar mis cosas, miré a mi lado y vi la enojada mirada de Zayn. - ¿no te irás?- pregunté irónica.

-eres una bruja- escupió.

-no me quejo- la verdad es que me da igual lo que diga de mi.

Zayn estaba vestido de negro y llevaba puesto unos lentes de adorno, no tardó mucho en prender su cigarrillo y se fue lejos de mi dando largar bocanadas.

***

-¡vamos chicas y chicos!- toqué el silbato mientras todos realizamos nuestra rutina.

- ¡uno, dos, tres y cuatro!- todos gritaron y comenzaron a girar en el aire. - ¡Es!- aquí viene el grito de presentación. -¡cor!- los chicos cada vez giraban en el aire haciendo piruetas. -¡pions!- gritaron fuerte.

- es un gran trabajo- se acercó el profesor Owen.

sonreí ante el comentario y luego dije. - bueno la mayoría de La coreografía la hizo Bells-. admiti sonriendo.

- ustedes son la pareja perfecta a la hora de pensar- reímos juntos hasta que todos los demás terminaran la rutina.

-¡bien chicos, pueden tomar agua y descansar!- grité por lo que todos corrieron a hidratase.

- ¡Hey Meggan!- escuché a lo lejos por lo que giré y pude notar que el grito era de Zack, el capitán del equipo de basketball.

-¡Zack!- lo abracé, si, le tengo cariño, Zack cuando pequeño siempre iba a mi casa, fuimos mejores amigos por 12 años, hasta que conoció a su chica y lo obligó a estar lejos de mí, lo entendí a la perfección y es por eso que aún nos tenemos cariño en secreto.

- me alegra verte- sonrió. - te quería pedir un favor- miró preocupado.

-¿si?- pregunté dudosa.

- si nos prestas la cancha, invitamos a los Tigres jugar y se me olvidó por completo que hoy ustedes ocuparían el gimnasio- bueno, el campus nos asignó 3 días a la semana donde tendríamos el gimnasio sólo para las prácticas de porrista por que hoy era el último día que nos tocaba.

- oh- me sorprendí. - bueno, de todos modos ya estábamos por la mitad del entrenamiento- sonreí.

-¿en serio?- una leve sonrisa se dibujó en sus labios. - ¡genial!- levantó los brazos de emoción. - digo, no genial por quitarle su tiempo- le corté.

- no te preocupes Zack- sonreí. - pueden pasar los chicos, yo les avisaré a los míos- con esto último Zack besó mi mejilla y corrió donde sus amigos y yo tenía se avisarles a los demás.

Enamorado de la Porrista.  |Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora