capitulo I

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Mi madre era una mujer ejemplar, trabajadora y muy bondadosa ya que a pesar de que éramos una familia humilde ella se esmeraba por tratar de darnos un mejor futuro.

Cuando nací, mi padre nos abandonó pensando que tendría una gran responsabilidad con otro miembro más en la familia, si, pues eso creo, ya que cada vez que le pregunto a mi madre sobre él, es lo que siempre me dice.

Yo tengo 11 años y anhelo que llegue pronto el día de mis cumpleaños. Veo el calendario pero los días, horas, minutos y segundos son cada vez más eternos.

-Emily a almorzar!! -era mamá con su voz chillona- me asuste un poco, estaba tan distraída.

Baje con ansias las escaleras, moría de hambre.

- donde esta Alan?- pregunto mi madre un poco preocupada.

-Mamá!! Recuerdas que Alan salió con Cindy a dar un paseo?

-mmm... - y siguió comiendo mientras miraba hacia la ventana.

Ya anochecía y Alan no ha llegado a casa, aún debe estar con su hueca y patética novia.

Me quede dormida por un instante en mi recamara, cuando el timbre sonó de repente y me desperté abrumada mente.

-Quien es mamá!!!!! - grite- pero ella no contesto, de seguro ya estaba dormida.

Baje apresuradamente a la puerta creyendo que era mi hermano, pero al abrirla me di cuenta que era la madre de Cindy. Una señora muy parecida a ella, de esas mujeres superficiales que siempre y en lo unico que piensan es en su aspecto físico, como por ejemplo tener un enorme trasero y voluminosos senos que llamen la atención de los hombres. Ellas siempre se aplican labiales extravagantes, usan blusas y faldas cortas, y tacones ¡Tan altos! Y sus cabellos son casi perfectos.

Mi hermano como se pudo fijar en una mujer como esas ¡Cindy es tan superficial!

-hola Sra. Wilchess

-hola Emily..! Me alegra verte-dijo con un tono sarcástico.

-tu hermano…veras... Estoy buscando a Cindy...sabes si ella...

-esta aquí?- la interrumpí- No, ni ella ni Alan han regresado, escuche que se habían ido a dar un paseo. ¿Sabia?

-No, solo pensé que estaría aquí- me miro esperando que yo dijera algo. No lo hice.

-bien gracias, adiós Emily, saluda a tu mamá de mi parte.

-OK! Hasta luego Sra. Wilchess.

Cerré la puerta y me recosté sobre el sofá, cerré mis ojos y en unos minutos ya estaba dormida.

Al día siguiente Alan llegó pasado de tragos, abrió la puerta fuertemente y me despertó repentinamente, se tambaleaba de lado a lado, no lo reconocía, ese no era mi hermano.

Mamá bajo preocupada por los ruidos que causaba Alan.

-que sucede... Alan, eres tú? -dijo ella entre dormida.

-si mamá, es él y esta borracho -dije enojada.

Mi madre solo lo miro, su mirada era de confusión, no sabía exactamente que expresaba, sentí lastima por mi hermano.

-iré a mi habitación-dijo Alan- el ambiente aquí no es muy agradable.

Mamá no podía creer lo que estaba pasando, lo desconocía, pero se hizo indiferente a la escena, vi su preocupación por Alan en sus ojos, ya había visto esa mirada antes cuando recibió una carta de papá 6 años después de haber desaparecido, decía que se había marchado para buscar un mejor futuro. Por eso supe que era la misma mirada, confundida, apagada, preocupada e indiferente pero sensible; que sabía que las cosas no saldrían bien y no estaban bien.

El orfanato de Jersey TafiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora