«𝒳ℐ𝒱𝒳» (𝒞𝒽𝓊𝓊𝓋𝑒𝓈) 🐧🦢

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11 ans.

Tenía esa edad cuando fui con mis padres a la última cena de fin de curso de primaria, ambas clases de 6º estaban juntas y yo esa noche estaba jugando con mis amigos de clase junto con otros de la otra clase, y entre ellos estaba una chica que me había llamado la atención desde el primer momento en que la vi, pero hasta ese mismo instante, nunca me había atrevido a hablar con ella, me sentía nerviosa con su mirada puesta sobre la mía. Siempre la había visto en los recreos y era buena en deportes, jugaba muy bien a voleibol con sus amigas Lalisa, Rosé, Jisoo, Jennie y Miyeon. Siempre ganaban los pequeños campeonatos que se hacían en el colegio, pensaba que podría llegar a ser una jugadora profesional perfectamente. Mientras tanto, yo las observaba de lejos, sentada clasificando tazos de pokémon que tenía repetidos de los que no tenía, así podía intercambiarlos o regalarlos, a mi... no se me daban bien los deportes. Simplemente era muy penosa, algún día si me pusiera, se me darían mejor.

Nos presentaron y nos caímos genial casi al momento, o por lo menos eso pensaba yo al verla tenerme siempre agarrada del brazo, mi corazón latía desbocado y creo que ella lo estaba sintiendo, sus padres conocían a los míos, ella sabía mi nombre, por eso suponía que la habría visto antes, porque mi memoria de pez no llegaba a tanto...

Seguimos jugando a las palmas, al coro y a las canicas. Ella en ese pequeño tiempo me había contado tantas cosas de su vida, que estaba mareada de solo escucharla. No solía hablar con chicas, tenía más amigos y siempre andaba con ellos.

—Jiwoo, ¡hora de cenar! —gritó mi madre, llamando la atención.

Miré a JungEun y fuimos juntas cogidas de la mano a la mesa donde se encontraban mis padres junto con otros diez padres más, había varias mesas separadas por grupos al haber tanta gente.

En frente de mí, se sentó WonWoo, era mi mejor amigo y le tenía mucho aprecio, todo el mundo pensaba que teníamos algo, a lo que yo negaba constantemente.

Los mayores comenzaron a hablar de temas triviales como su vida con el trabajo, las notas de sus niños, todo para lograr parecer mejores que otros, hasta que alguien tocó el tema de novios...

—Pues mi hijo Jin está saliendo con Jisoo —dijo la mujer sonriéndole a su pequeño, el solo asentía feliz con una radiante sonrisa cuando su novia se acercó a él.

Todos empezaron inmediatamente a preguntar a sus hijos e hijas si les gustaba alguien o estaban de pareja, ridículo si solo teníamos 11 años.

A mi amigo WonWoo era verdad que le gustaba una chica, no me lo había dicho por vergüenza, pero pienso que algún día me lo dirá.

—¿Cariño, a ti te gusta algún chico? —preguntó mi padre con una ceja levantada.

Me reí interiormente, no sabía si era 'amor' por querer ser su nueva amiga o, sino que me gustaba como algo más, pero lo que si sabia y estaba claro es que me gustaba, fuera de la forma que fuese, me había sentido súper bien estando con ella esa hora que compartieron con sus amigos.

—No... me gusta JungEun —dije orgullosa de mi misma, sonrojándome un poco.

Pensé en la de chicos que me había enviado cartitas o se me había declarado a tan poca edad, y yo rechazándoles amablemente porque no me gustaban, aunque me rompía por dentro verlos tan tristes después, ya JungEun se encontraba en mi corazón.

—¿Te gusta mi hija? —asentí y apartó bruscamente a JungEun de mí— debería gustarte un chico, lo que piensas o sientes está mal.

—Oye, tranquilicémonos... —habló rápido mi padre intentando calmar el ambiente, apoyando una mano sobre mi hombro—. No me gustaría pelearme y perder unos buenos amigos por esto.

—A mí también me gustas mucho, Jiwoo —se soltó JungEun del agarre de su madre y me abrazó.

Yo solo le di las gracias, no sé si lo hizo por pena de la situación que se hubiese formado o si lo estaba diciendo de verdad, en todo caso me había salvado.

Todos se quedaron callados después de aquella escena, mis padres hablaron con los suyos algo apartados de la mesa, quedando el tema por zanjado y que, según ellos, esto era una fase de la cual iba a salir en un futuro, ya que al tener poca edad no sabía lo que decía, ni lo que me gustaba.

Tampoco dieron mucha lata con el tema, pero llegué a enterarme de que les daba igual si saliésemos juntas o que no, pero que ellos iban a preferir un chico antes que una chica.

Luego de esto, empezaron a hablar de cosas triviales de nuevo para relajar el ambiente, aunque no volvería a ser el mismo... mientras que nosotras, volvimos a compartir secretos juntas.