Fuck, daddy.

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Buen día para no asistir a la universidad, eh. Yo, un joven de 19 años, ahora me encontraba metido en un lío, del cual no podía ni escapar, mientras mis cosas se encontraban regadas por el piso. Ese lío, era Mi Yoongi.

Hace unos cuantos minutos atrás.

Había dado mi día por terminado, debido a que mis clases de la universidad habían terminado, eran pocas, así que aún había luz del día, por lo que pasar por un café frío y quedarme en el parque de la zona no se me hizo mala idea, más porque era un chico solitario y no tenía amigos con los cuales salir después de clases.
El clima era perfecto para buscar una zona, la más escondida del parque para evitar interrupciones o  molestias al momento de dibujar, más no conté, que alguien viniera siguiendome calles atrás, con unas intenciones oscuras.

Los pares de audífonos que llevaba puestos (Mis fieles compañeros) fueron arrebatados segundos después de haberme sentado, haciendo que me asustara al punto de brincar en mi lugar, prueba de que realmente estaba muy desconectado del mundo. Al darme vuelta, volví a darme la disgustada de mi vida, aquel chico el cual me había rechazado días atrás estaba parado frente a mi y lo peor de todo, con una maldita risa burlona.

— ¡Pero que mierda te pasa! — Grite con total disgusto, cosa que solo lo hizo reír. — ¿Todavía tienes el descaro de reírte? —

— Hey, hey, no hay razón para ponernos así de agresivos, conejito. Te veías solo y quería hacerte compañía. — Respondió con total tranquilidad, tomando asiento a mi lado sin siquiera preguntar. —

— Ah mira, ¿Acaso te pedí tu compañía? No, así que ahora te puedes ir. —

— Eso no era lo mismo que me decías días atrás, ¿Cómo es que era?.. Ah sí, "Me gustas, dame una oportunidad, por favor." — Imitó mi voz entre expresiones raras, haciendo que mis mejillas se sonrojaran con facilidad. —

— ¿Sí puedes callarte? Realmente fue una tontería, no me gustas para nada. —

— ¿Ah no?.. —

Mal idea haber pronunciado aquellas simples palabras, ni siquiera pude reaccionar cuando ya estaba mi espalda tocando aquel césped, el mayor colocándose entre mis piernas y por último, sintiendo sus labios de golpe haciendo presión sobre los míos para crear un ritmo desesperado, no sabía si quiera como seguirlo pero mi corazón latía rápidamente por su cercanía. Sus manos recorrieron todo mi abdomen hasta lograr llegar a mis pezones, estaba a nada de explotar.

Mis manos le apartaron, sintiendo mi respiración estar totalmente descontrolada y yo no saber cómo reaccionar, simplemente tome mis cosas, me acomode mi ropa y camine, lo más rápido a pesar de sentirlo detrás de mi, me estaba siguiendo, no era tonto, pero claro era que yo no me iba a detener, ¿Creía que iba a jugar conmigo nada más y ya? ¡Me rechazo en primer lugar! Y justo viene días después y casi me come en el maldito parque. Una completa tontería.

— ¡Espera, conejito! — Grito con todas sus fuerzas pero era imposible, lo ignore por completo para doblar en la siguiente calle y por fin perderlo. — Dios, sí que es rápido, pero esto no se quedará así. —

Concluyo Yoongi al haber estado a nada de comerse a su lindo conejito. ¿Qué es lo que había pasado para que cambiara de idea? Simple, le dijeron la verdad de algo, el lindo conejito no era ilegal después de todo y él, ya no iba a meterse en problemas si es que llegaba a meterse con él y es que, en ningún momento dejo de desearlo, incluso cuando lo conoció, estaba tan decidido a qué él sería suyo, pero como buen idiota, nunca pregunto realmente su edad directamente, prefirió preguntarle a una persona más que al mismísimo conejito y por eso, cuando creyó que por fin podría aceptarlo tras su confesión, fue todo lo contrario, termino rechazandolo (Aunque no quería, claro)

Y como era de esperarse, no era para nada agradable a los ojos del menor o al menos eso quería hacer creer, sabía perfectamente que el cariño que le tenía seguía ahí, justo en su lindo pecho donde se encontraba su corazón, era solo que estaba enojado, ¿Quién no iba a estarlo después de haber sido rechazado? Aunque pensándolo bien, lo iba a matar por haberlo casi desnudado en un parque público donde perfectamente cualquier persona pudo verlos, pero fue difícil resistir, solo seguía mis instintos.

Pero, como siempre digo, Min Yoongi siempre triunfa y ese conejito, va a ser mío.

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¡Esta es la primera modificación al capítulo uno! Quizá algo corto, pero por supuesto que mejor que el anterior, espero que de verdad lo disfruten demasiado y me tengan paciencia, ya la historia tendrá su desenlace poco a poco!

¡Espero pases una linda navidad y año
nuevo!