CAPÍTULO I

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Los días empiezan a hacerse más cortos

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Los días empiezan a hacerse más cortos. Mi rutina es simple, de la casa a la escuela y de la escuela al campo de entreno. Soy el quarterback del equipo de fútbol de la preparatoria. Eso sin duda me ha dado un lugar en el marco de los populares del establecimiento. Pero realmente eso es algo que jamás me ha importado.

— ¡Verde cincuenta! ¡Verde cincuenta!

Scotty me da el balón y tengo exactamente cuatro segundos para deshacerme de él. Es obvio que la primera y más confiable opción es siempre Cole, nuestro mejor ala cerrada*. El pase es perfecto y la intercepción aún mejor. Cole corre únicamente un par de metros hasta llegar a la zona de anotación. Como se está volviendo una costumbre, hemos ganado de nuevo. Estamos nada más que a un juego de alcanzar a Crowville, el equipo líder del certamen.

Mi martirio es el de siempre. Todos los días tengo que ver a Karen y a las otras chicas en la tribuna. Definitivamente son muchos los sentimientos encontrados. Pero ¡hemos ganado! Todos mis compañeros celebran, pero yo me he quedado helado. Mi mente se quedó en blanco y nada más escucho un ruido en mi cabeza. La algarabía se va haciendo menos. Ahora sólo veo a todos haciendo gestos, sus bocas se mueven pero no emiten ningún sonido. ¿Qué rayos me pasa? ¿Estoy en un sueño?

— ¡Ese sí que fue un excelente pase, Pat! — Exclama Cole, con euforia impactando la palma de su mano sobre mi hombro haciendo salpicar el agua que aún corría por mi cuerpo al salir de la ducha.

— Igualmente la intercepción, amigo.

— ¡Rayos! Somos como Batman y Robin, Pat. Pero claro, tú puedes ser Batman si quieres — Agrega en tono un poco gracioso.

Más que mi compañero de escuela y de equipo, Cole era como mi hermano. Siempre estaba para mí en todo momento. Siempre tenía algo que decir. Me podían pasar un millón de cosas malas, las cuales hacieran que


mi autoestima cayera por los suelos. Pero él, Colbert Gardner, siempre me levantaba el ánimo.

Era costumbre que yo fuera el más animado del grupo cuando conseguíamos la victoria. Pero ese día estuve muy callado. Todos los chicos gritaban y hacían porras, incluso saltaban desnudos. Nada les importaba más que simplemente disfrutar el momento.

— ¿Qué pasa hermano? ¿No te avisaron que hemos ganado hoy? — Pronuncia Cole de manera sarcástica.

SOMEDAY / Algún díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora