No mires

1 0 0
                                    

Mis amigos y yo somos muy curiosos por lo que luego de una noche de historias de terror se nos ocurrió la idea de hacer un ritual del cual habíamos estado escuchando historias prácticamente toda la vida.
Preparamos las cosas que se nos pedía para ejecutar el ritual conocido como "Los espejos del infierno" el cual consistía en poner varios espejos alrededor de los que participaran mientras que estos se encontraban dentro de un pentagrama hecho con tiza blanca sobre el suelo de madera que se encontraba en una casa vieja donde supuestamente existía actividad paranormal. Decidimos hacerlo allí ya que las probabilidades de contactar con seres del otro mundo se vería incrementada. 

Éramos cinco amigos en total: Augusto, Derek, Ryan, Lexi y yo (Zed)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Éramos cinco amigos en total: Augusto, Derek, Ryan, Lexi y yo (Zed).

Empezamos a ubicar las velas junto a los espejos y estos mirando hacia dentro del pentagrama dibujado sobre el suelo y comenzamos a seguir el procedimiento. Encendimos las velas y procuramos mirar cada uno el espejo que le tocaba, para finalmente iniciar el ritual.

ZED- Nos presentamos frente a ustedes con el motivo de contactarlos, soy Zed y ellos son mis amigos Augusto, Derek, Ryan y Lexi- dije mientras señalaba a cada uno a los cuales veía gracias al reflejo de mi espejo.

DEREK- No veo nada.

ZED- Shhh- intento callarlo ya que a los espíritus pueden molestarles ese tipo de actitudes- Te entregamos nuestra sangre como ofrenda para que nos permitas invocar a los espíritus que permanecen ocultos en el infierno- me hice un pequeño tajo en la mano para pasar la sangre en el espejo y con ella escribir mi nombre en él, tal como decían las instrucciones- Permítenos invocarte puertas hacia lo oscuro- repetíamos mientras nos íbamos pasando el cuchillo y terminábamos de poner nuestra ofrenda sobre el espejo.

Al esperar unos 10 minutos aproximadamente, lo que nos parecía una eternidad, finalmente vimos algo... Las velas junto a los espejos iban apagándose lentamente, mientras que un calor intenso empezó a sofocarnos.

ZED- ¿Nos permites pasar?- digo con la esperanza de que algo suceda al fin.

Veo por el espejo como Derek comienza a temblar mientras que en el reflejo de su espejo se puede notar una puerta roja.

DEREK- Quiee ro pa pasar- dice.

Al mismo tiempo Lexi comienza a llorar, frente a su reflejo hay una puerta marrón vieja que se va abriendo lentamente, solo ellos pueden ver lo que su puerta les asigna.

Escucho un grito proveniente de Augusto, quien se ve muy asustado frente la puerta bordó.

AUGUSTO- No quiero entrar- escucho que dice.

ZED- Tranquilos, solo es su mente jugando con ustedes- digo tratando de calmarlos, aunque la realidad es totalmente diferente.

RYAN- Quiero pasar de una vez, te haces del rogar- dice enojado.

ZED- No creo que debas hablar así Ryan.

RYAN- La puta puerta no se abre.

Veo como frente a mi reflejo va apareciendo una puerta negra. No voy a negarlo, me asusta bastante esto, pensé que era solo un cuento de esos para asustar. Noto como la puerta se va abriendo lentamente y escucho un chirrido a su paso. Mis amigos están del otro lado, pero no están normales, tienen a cara deformada con una enorme sonrisa que no parece para nada humana, mientras que sus ojos están abiertos al máximo. "Hola Zed" noto que dicen mientras sacan sus manos del espejo para tomar la mía. De pronto tapo el espejo con mi campera a la vez que digo -este juego doy por finalizado, las puertas del mal han sido cerradas para no ser abiertas nuevamente, gracias por permitirme la entrada y salida del lugar, gracias por su cortesía- digo para no enfadar a quienes estuvieran de aquel lado.  

Al darme vuelta noto que mis amigos Derek, Lexi y Ryan no están, el único que se encuentra junto a mí es Augusto quien se encuentra llorando frente al espejo y al darse la vuelta me abraza y me dice- ¿También los viste? Zed, esos eran demonios pero estaban parecidos a nuestros amigos, es en ese preciso momento en donde me doy cuenta que los que estaban estirando su brazo a través del espejo eran mis amigos, pero esa mirada terrorífica hizo que no los ayudara porque pensé que eran del otro mundo. Ellos pidieron entrar pero jamás se negaron o pidieron salir, yo los dejé encerrados y ya no habría forma de encontrarlos sin tener que abrir diferentes portales que conectaban a diferentes partes del infierno donde posiblemente se arrastren a este mundo seres malignos de todo tipo.

AUGUSTO- Yo no quise entrar, no tuve el valor- decía entre lágrimas.

ZED- Augusto, el juego te permite no entrar a menos que entregues una nueva ofrenda que sea mucho mejor que sangre personal ¿Qué fue lo que entregaste?.

Augusto me mira y entre lágrimas lo escucho decir- Perdón, Zed.  

De pronto un calor sofocante me va arrastrando hacia una puerta negra, tal como la de mi reflejo, a su vez esta va abriéndose lentamente mientras va sonando ese chirrido espantoso que me hiela la sangre. Al abrirse están mis amigos, pero no los de siempre sino los de la otra "dimensión" por así llamarlo, los que sonríen. Estos van tomándome por todos lados y van quemándome con su piel, siento un calor sofocante y estos empiezan a reírse como lo haría alguien satánico. Empiezo a caer en un enorme agujero negro y si bien caigo sobre el suelo, no hay suelo, no sé si se entiende lo que quiero expresar. Estoy inmerso en una profunda oscuridad, el silencio es ensordecedor y la sensación de estar siendo observado me da pánico.

Llevo horas quizás vagando en esta tortura, lamentándome por haber jugado este maldito juego, lamentándome cada vez más al darme cuenta que mi condena es vagar toda la eternidad en este lugar sin salida, sumiéndome en una oscuridad que cada vez va apoderándose más de mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 28, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Club Del TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora