Prólogo

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La palabra premonición proviene del latín "premonitio" que puede traducirse como "advertencia".
Una premonición es un anuncio de un hecho futuro a partir de la interpretación de ciertos indicios o señales o por simple intuición.
Premonición es un término que se emplea para nombrar un augurio, vaticinio o un pronóstico.
La aptitud de vaticinar el futuro por premoniciones es paranormal... La ciencia sin embargo indica que las premoniciones no existen.

Bufé apoyando mi mentón en la palma de mi mano izquierda. – Puta mierda. –suspiré y me eché atrás en la silla.

Había investigado más de una vez sobre mi "poder" y no lograba convencerme con que era algo de lo que debía sentirme agradecido; sí a veces me ayudaba muchísimo, pero el ochenta por ciento de las veces me despertaba cagadisimo de miedo y era muy difícil descifrar el sueño por completo, lugares, horas y las personas que están en él.

El vago sonido de la vibración de mi móvil me sacó del ensueño que tenía con esto de las premoniciones y miré la pantalla de soslayo, casi sabiendo quién sería la persona que me llamaba.

Taehyungie.

– Hola. –dije al contestar el móvil.

– ¿Ya puedo ir a tu casa? –preguntó alzando su voz para que sonara más fuerte que el volumen de la televisión.

– Sí, mamá está cocinando para ambos.

– Que bueno porque muero de hambre. –dijo y sentí el silencio que se genera al apagar el televisor.

– Te espero. –dije antes de cortar el móvil.

Giré en mi silla y observé mi habitación, quería cambiar muchas cosas en ella, pero aún no sabía qué hacía falta para que me gustara al cien por cien. Mordí mis uñas, algo nervioso por los sueños que había tenido últimamente, no eran tan terribles, pero cuando despertaba de una de mis pesadillas podía saber con claridad cuándo era una premonición.

En no más de media hora el timbre de mi casa resonó por toda la arquitectura de esta, y seguido del tintineante ruido prosiguió la voz grave de mi amigo Taehyung.

Salí de mi habitación en busca de él y me lo encontré hablando con mi madre y con mi hermano.

– Es en la casa de una chica de la escuela. –comentó tomando a Miri en brazos.

– Bueno, tú sabes que mientras salga contigo no me molesta en absoluto. –dijo mi madre.

– Siempre nos portamos bien. –dije sonriendo.

– Eso no te lo creo. –me respondió ella, reía como si se estuviera burlando de mí.

– Ya está todo listo. –dijo SeokJin apareciendo desde la cocina. – Jungkookie por favor ayúdame a llevar las cosas a la mesa. –me pidió con su típico semblante de adulto que se preocupa de sus menores.

– Voy. –asentí y tomé a Taehyung del brazo para que me siguiera y me ayudara.

– ¿Cuántos años de universidad le quedan a Jin-hyung? –pregunto sosteniendo una pequeña olla del mango.

– Dos y medio. –contesté encogiéndome de hombros.

– Ya quiero llegar a ese momento.

Suspiré antes de sumirme en el almuerzo que prácticamente era dirigido por mi madre y Taehyung, quienes parloteaban a más no poder. Jin gritaba de vez en cuando alguna acotación y yo sólo podía reírme de las ocurrencias de mis tres mayores; poco hablaba pues tenía demasiada hambre y básicamente engullí toda la comida deliciosa que habían preparado mi madre y mi hermano.

Comí con tanto fervor que apenas terminé de alimentarme me entró el sueño. Me levanté de la mesa excusándome con el cansancio que apresaba mis párpados y Taehyung me siguió hasta mi habitación. Me lancé en la cama boca abajo y esperé a que mi amigo se recostara junto a mí a jugar en su móvil o simplemente a hacerme compañía de sueño.

– ¿Estás con ánimos de salir de fiesta? –preguntó mirándome.

– No lo sé, un poco.

– Quisiera conocer nuevas personas hoy.

– Y me dejarás sólo...

– Ya te dije que invité a un muy buen amigo mío.

– Sí, sí. Ese tal Park Jimin.

– Se llevaran muy bien, sé que sí.

– Espero que sí. –musité apenas antes de que un bostezo me atacara.

– ¿Has dormido mal?

– Ayer dormí bien, pero me entró muchísimo sueño con la comida.

– Claro, perdiste toda tu energía tragando como cerdo.

– Déjame en paz. –bufé. – Despiértame cuando ya estés bañado. –pedí mientras cerraba los ojos y me dejaba hacer por el cansancio que envolvía mi cuerpo.

Cada vez quedaba menos tiempo para esa particular fiesta que sin saberlo, cambiaría mi vida y la de mi mejor amigo.

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Ok, so... tengo nueva historia y dejaré el prólogo por un tiempo a ver si a alguien le interesa la trama.

Premonición [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora