Papa Gukie

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Jimin veía una y otra vez la hoja en su escritorio, tenía dos opciones si o no y ambas le dolían.

En la mañana su profesora Miyeon les había anunciado que había un viaje a Estados Unidos a la prestigiosa universidad de Stanford, los investigadores americanos los habían llamado  tenían un gran proyecto y los necesitaban en ese país con urgencia. Sería un proyecto de un mes con probabilidades de extensión a un tiempo un poco más largo.

El primer pensamiento del omega fueron sus hijos, los cachorros tenían 8 meses estaban en una etapa hermosa de las primeras palabras, primeros dientes, primeros pasitos (que aún no daban), la primeras comidas diferentes a la leche. No se quería perder nada de sus hijos y por supuesto no quería dejar a Jungkook, desde el incidente en Suiza ambos habían acordado no separase.

Pero este proyecto era enorme y el laboratorio de Stanford era prestigioso su proyecto final estaba casi listo y si lograba terminarlo en Estados Unidos la universidad le otorgaría a él y a sus compañeros el título de químicos puros sin tener que esperar un año más, su estatus subiría y tendría trabajo seguro en grandes laboratorios en Corea.

—Park ¿Necesitas tiempo? —Miyeon se acercó al ver la indecisión del rubio en firmar la hoja

—¿Puedo pensarlo esta noche? tengo cachorros y están pequeños, debo hablarlo con mi alfa

—Claro, eres el único de esta sección marcado y con cachorros se que no es fácil, pero piénsalo Jimin es una oportunidad única en la vida

—Lo haré

El rubio recogió sus cosas y se preparo para ir a casa, tenía un mensaje de Jungkook en el se veían sus hijos en las pequeñas caminadoras que habían comprado hace poco sonrientes los tres, eran hermosos. El Alfa había salido muy temprano y había salido directo a la guardería por sus hijos, desde que el padre de Jimin le había regalado un auto ambos habían decidido que el primero que salía de clases iría por los niños.

Le envío un mensaje al castaño informándole que iba en camino, subió al auto y lo encendió. Debía hablar con Jungkook el futuro de su carrera dependía de esta decisión.

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—A ver no es gracioso los tres, salgan de donde están —Jungkook revisaba debajo de la cama en busca de sus hijos

Desde hace dos meses los pequeños les gustaba convertirse en sus formas lobunas y esconderse del alfa, solo hacían esto cuando estaban solos, cuando Jimin estaba los tres eran unos ángeles que reían ante los mimos de su padre omega. Jungkook no quería creer que sus hijos tenían un padre favorito, pero sus hijos tenían un padre favorito.
Si, el rubio los había cargado en su vientre 9 meses y les daba pecho pero el también había hecho su parte estos meses.

Jimin estaba cerca de llegar, no faltaba mucho para que el omega saliera de clases y si no veía a sus hijos le daría un ataque de preocupación.

—Junghee princesa, YoonAh hermosa de papá, Taehyun bebe lindo salgan. Papá Jimin viene en camino

Al parecer fue lo que necesitaban escuchar sus hijos porque sintió el gran estruendo en la cocina, salió corriendo asustado de que algo les hubiera sucedido, pero solo encontró a los tres cubiertos de harina en sus formas lobunas dejando huellas en todo el apartamento.

—Bebés traviesos, necesitan un baño —el Alfa tomo a los tres lobitos directo al baño llenándose de harina al hacerlo

Dejo a JungHee y YoonAh en un corral especial que tenían para cuando estas estuvieran en su forma lobuna y decidió bañar primero a Taehyun.
El pequeño lobo cambio a su forma humana antes de entrar al agua, un lindo bebé con el cabello rubio quedó en sus brazos, la viva imagen de Jimin con sus lindas mejillas rellenas.

Little Soulmate [Kookmin Omegaverse] (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora