GON [Yaoi/Gay]

Gracias

CAPÍTULO 37
Gracias

Lo había estado siguiendo desde que salió del bar, me sorprendía un poco que no se hubiera dado cuenta que iba tras de él. Su cuerpo se movía inestable, parecía que le costaba mantenerse de pie. Me asusté cuando lo vi tropezar y caer. Detuve mi auto y me acerqué a ayudarlo.

-–¿Estás bien?

Me sentí tan mal cuando nuestras miradas se cruzaron y noté el enojo evidente en su rostro. Él no estaba nada feliz de verme.

--Se supone que no puedes acercarte a mí

Así que Damián no estaba enterado, supongo que Alain debió deshacer la orden sin consultarle.

--Te llevaré a tu casa -me acerqué para ayudarlo a levantarse

--No necesito tu ayuda, vete

Su mirada parecía perderse cada vez más, él estaba empeorando, estaba perdiendo su cordura. Y no solo era su mirada, su voz se escuchaba cansada. Su cuerpo se estremeció e hizo una mueca de dolor, tocó su estómago, como si este le doliera. No era momento de ser considerado, tenía que llevármelo le pareciera o no.

Me acerqué decidido y lo levanté del suelo, cargándolo en mis brazos.

--Bájame estúpido, te dije... Te dije que no necesitaba tu ayuda

Trató de alejarme, pero su cuerpo ya había perdido demasiada fuerza y repentinamente él dejó de poner resistencia y me permitió que lo cargara. Lo llevé hasta mi camioneta, lo senté en el asiento del copiloto y le puse el cinturón. Su casa no estaba lejos así que llegamos en unos minutos. Bajé del auto y lo cargué nuevamente, él no dejaba de susurrar cosas ininteligibles pero que a juzgar por su tono, probablemente eran insultos hacia mí.

-–¿Dónde está la llave?

-–Jodete imbecil

Metí mi mano en su bolsillo y encontré su llave.

-–Baño -susurró

--¿Qué?

--Quiero... Quiero ir al baño, rápido, no aguanto más

Me apresuré a llevarlo al baño, estando ahí lo ayudé a ponerse de pie y le bajé los pantalones.

--Ya puedes orinar

--No quiero orinar, yo voy... Voy a vomit...

No alcanzó a finalizar su oración cuando repentinamente comenzó a vomitarse. Lo ayudé a sentarse en el suelo, a un lado de la taza para que pudiera vomitarse dentro. Su estado ya comenzaba a preocuparme.

--¿Ya terminaste?

--Sí...

--Te quitaré esa ropa sucia

--Quiero bañarme

--Lo harás mañana

--Quiero hacerlo ahora

No pude ganar contra su terquedad, lo desnudé y lo metí a la bañera. Le daría un baño veloz. Tomé la esponja de baño y comencé a tallar su cuerpo, él se mantenía en silencio, me dio curiosidad tocar su piel así que dejé la esponja a un lado y acaricié su piel con mi manos, era suave y delicada. Acaricié uno de sus pezones solamente pare ver la reacción que tendría, pero Damián no dijo nada, ni siquiera se movió, parecía estar fuera de sí, como si ni siquiera se estuviera dando cuenta que lo estaba tocando.

Tomé una toalla y envolví su cuerpo.

--Mi boca... -habló despacio- quiero lavarla

--Lo harás mañana