"Lindsay dame esa botella “le dije a mi mejor amiga
"¿sabes el costo de esta botella?"Me miro fijamente tratando de encontrar la respuesta en mi cara "es lo que crei, 2000 dólares, eso no cuesta ni tu automóvil"
"odio que te pongas así cuando estas ebria “la mire, ella trataba de retarme
"odio que seas tan amargada y cerrada"
"te estás destruyendo"
"claro que no, solamente ahogo aquellos pequeños problemas que tengo dentro de mí, ¿ahora me vas a decir que tengo esperanza no?"
"la tienes Lindsay, si quieres podrás dejar el alcohol, las drogas y las fiestas"
"querida, querida no tengo esperanza, lo sé muy bien, mi padre me lo dejo muy claro"
"al diablo tu padre, a la única que debes de importarle eres a ti, en ti hay esperanza"
"cállate ya, eres tan joven que no puedes comprender, todos te dirán que tienes esperanza, pero lo que más esperan es ver tu caída"
"no dejes que te vean caer"
"ya estoy abajo, y sin remedio"
"lo tienes, debes de creer en ti"
"deja de sermonearme, mi madre ya está muerta y sus sermones se fueron con ella"
"El alcohol te hace hablar más estupideces de lo normal"
"¿no se supone que los ebrios dicen la verdad no?"
"lo tuyo son estupideces y nada más"
"¿qué haces aquí por primer plano?"
"vengo de niñera ¿que mas?"
"no te necesito"
"eso es lo que piensas"
"vamos Charlotte, ¿tu virginidad no te deja ver que la vida no es rosa pastel?"
"vamos Lindsay, ¿el alcohol no te deja ver que eres una idiota?"Le dije imitándola.
"tú que podrías saber eres una amargada, nunca as sido amada por un hombre"
"No necesito ser valorada por un hombre cuando se lo que valgo y menos cuando es un hombre de una sola noche"
"desaparécete de que aquí, no te quiero volver a ver, maldita sea, ¡nunca!" Grito como de costumbre, decidí dejar que se le pasara e ir a prepara café para poder aguantarla la noche que veía que iba a ser larga.
"Maldita seas Charlotte" dije en voz baja, ¿en que estaba? a si, ¿dónde está el maldito hielo cuando lo necesito?, no estaba tan ebria pero la pastilla que me tome hace dos horas está sufriendo su efecto, busque otra en mi cajón, "te encontré pequeña, de mi nadie te esconde" dije tomando un trago grande a la botella de whisky, necesito hielo y ahora, veía un poco doble, abrí la puerta de mi alcoba, camine por el gran pasillo, trate de bajar con cuidado el escalón o los escalones, "maldita sea si ya estas de niñera tráeme un poco de hielo", esas fueron las últimas palabras que me escuche decir.
