EL ABISMO DEL PASADO.

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En las calles de la cuidad de Mercuri, estaba repleta de adornos de año nuevo, todos los habitantes lo celebraban al máximo, e incluso los pequeños vecindarios de la ciudad, hacían una gran cena con toda la gente de la comunidad, en ese día, no importaba si había pleitos entre vecinos, ahí todos convivían y celebraban juntos.

Ya era de noche, casi de madrugada, toda las personas se estaban yendo de donde estaban hacia sus casas.

Un joven entre 22 y 23 años de edad, caminaba borracho por las calles de su vecindario, su piel es de color miel trigueño, su rostro era cuadrado con la mandíbula fuertemente marcada, con una pequeña cicatriz de lado derecho de su mejilla, no muy marcada, (fue ocasionado por una pelea que tuvo hace meses con un bandido de la ciudad); sus ojos son de color miel, sus cejas eran especialmente bajas, su boca era pequeña y estrecha, su barbilla prominente, mostraba que era determinado y siempre mantenía la frente en alto, su pelo era moreno y lacio, él siempre se peinaba de lado con un buen estilo, siempre se paraba de forma firme y recto al momento de estar caminando, se veía seguro de sí mismo.

Pero en ese momento se tambaleaba de un lado a otro, cabe resaltar que ahí los policías en ese día solo atrapaban a la gente que se embriagaba y manejaba, no los que caminaban por las calles.

La oscuridad lo cubría y las pequeñas luces de los faros de las calles, le tocaban un poco de su cuerpo, en ese momento cuando estaba pasando por una tienda de ropa, se detuvo y vio que en la puerta central de vidrio había un pequeño cartel mal pegado que decía<<Por oferta de año nuevo, toda la ropa a mitad de precio, ¡FELIZ 2037!>> el solo dio una pequeña sonrisa y siguió su camino, y pensó, "desde que los androides en 2030 empezaron a independizarse, y vivir lejos de los humanos, tenemos que hacer otra vez todo nosotros, pero claro yo nunca dependía de ellos es más los odiaba, pero en fin de eso ya pasaron 7 años, y ahora el mundo está completamente diferente, pero bueno", el chico siguió su camino y llegando casi a la orilla de la ciudad estaba su casa, él vivía solo, pero siempre le gustaba salir con sus amigos para no quedarse solo, sus padres fallecieron, por un accidente de coche, él era hijo único, pero ya no dependía de ellos cuando ocurrió, fue en el año pasado, trata de no recordarlo, para no llenarse de lágrimas pues no tenía ningún familiar en la ciudad.

Ya llegando a su casa, la miro, por partes, aquel zaguán negro, sus ventanas con campos de seguridad, veía hasta el segundo piso, y le traía recuerdos, simplemente en ese momento, no podía controlar los recuerdos, se golpeaba y agitaba la cabeza, para no recordar nada de aquella noche del fallecimiento de sus padres.

Al llegar a la entrada, se escucha una voz fría y metálica<<Bienvenido señor...>>, él no podía hablar mucho parecía que le habían apretado la garganta, pero intento decir su nombre-Luis Santes-entonces se escucha un poco un mecanismo y se abre el zaguán en par en par.

Al entrar, tiene que caminar por un pequeño jardín, que en la oscuridad no se veía que era bello, pero en el día, se alcanzan a ver desde orquídeas hasta tulipanes, y una pequeña mesita en el fondo del mismo con 3 sillas de madera con pequeños tallados de delfines, y arriba de aquella mesita se hallaba un manzano, ahí solían estar sus padres leyendo un libro o teniendo una pequeña charla.

Al llegar a la puerta de la entrada de la primera planta, al abrirla se tropieza, y se trata de detener con las manos, pero se las lastima, el solo pensaba ya llegar a su habitación y descansar, al levantarse poco a poco, se sostiene del faldón de la puerta, y al entra, al lado derecho de la puerta se encontraba para encender la luz, al encenderla, camina hacia el centro de su sala y ve el sillón, que en el cual podía acostarse, y no lo piensa dos veces, se acuesta y otra vez con trabajos dice-Seguridad de noche- la casa se empezó a cerrar, a ponerse un campo de fuerza en la puerta y en las ventanas, y pequeñas cámaras, fuera de la casa salieron con un sistema de visión nocturna y simplemente durmió.

Paradox in the darkWhere stories live. Discover now