Paradox in the dark

El archivo PP53

En las oficinas de NMI sus paredes no hacían ni un sonido, había un silencio muy profundo, Luis Santes estaba por acabar de trabajar, cuando de pronto el silencio que estaba en las oficinas de NMI, se llenaron por una música de rock, pero Luis Santes no lo escucho, ya que tenía conectado unos audífonos inalámbricos a la computadora, estaba escuchando música relajante, lo que eran arpegios de guitarra, este sonido provenía del celular de él, sonaba una y otra vez, cuando dejo por un momento la computadora, dio un giro hacia la derecha donde se encontraba las ventanas y en la repisa se encontraban muñequitos de animales de peluche pequeños que le regalaba su mejor amiga de la oficina, al agarrar un pequeño delfín, se quitó por un momento los audífonos, al observar al pequeño delfín se da cuenta de la notita que decía<< " feliz cumpleaños mejor amigo" >>, Luis se trasladó al pasado cuando ella se lo regalo, al levantarse y tomando su celular sin darse cuenta de las llamadas perdidas que tenía, decide ir a la cafetería a prepararse un capuchino, mientras caminaba por los largos pasillos, ya llegando a la cafetería, volvió a sonar el celular, al escuchar semejante sonido, se fijó hacia los lados a ver si nadie lo había escuchado, pero mientras él lo hacía el celular dejo de sonar, Luis al prender su celular, vio 12 llamada perdidas de un número que no había registrado, pero había una nota voz, el a ponerla cerca de su oreja, la reproduce.

<<Hola soy Erie Jones, te gustaría que nos viéramos en La grande soucoupe, a las 10:00 de la noche, tengo que hablar contigo urgentemente>>

Al escuchar eso se fija en el reloj de su celular, cuando se le saltan los ojos al ver la hora, 10:30pm.

-¡Dios mío!, que tarde es, no me había dado cuenta del tiempo que paso, tendré que volverle a marcar- se decía a si mismo con un poco de ansiedad, al volverle a marcar, suena una voz de una mujer muy dulce<<Lo siento en este momento no puedo contestar, gustas dejar un mensaje>>.

-Erie, soy Luis, márcame de inmediato o lo más pronto posible.-

Al mandar el mensaje de voz, Luis termina rápido su capuchino y se dirige rápidamente a su coche para manejar a Cobalt y dirigirse al restaurante, al llegar a Cobalt en la calle Ice, deja su auto cerca de los letreros de la calle, uno que apuntaba a la derecha y decía calle Freze y hacía en frente calle Ice, al salir del coche, voltea hacia el camino donde es para dirigirse hacia donde ocurrió el accidente de sus padres, una parte de él quería dirigirse ahí, y otra quería ver a la señorita Jones, su cuerpo no reaccionaba hasta que sintió que una mano le toco el hombro, se sentía cálida y frágil, cuando se escucha una voz conocida para él.

-Señor Santes pensé que ya no vendría- se lo dice con una enorme sonrisa en su rostro.

Luis da una vuelta y se vuelve a topar con los bellos ojos azules, sin pensarlo dos veces se disculpa, al momento de que reacciona, ella vestía un vestido elegante muy sexy, de color blanco, y sus labios como siempre rojo brillante, y él se miró, tenía la camisa arrugada, el saco recordó que lo dejo en su oficina, pero no le dio importancia.

-Vamos señor Santes necesito enseñarle algo....- se dio la vuelta y se dirigió a La Gran Soucoupe.

A Luis no le dio tiempo de decir una palabra, pero se fijó en su reloj, eran las 11:00 pm, tenía que dormir temprano, sin importarle eso, la acompaña, al caminar pasando varias casas, ve el cartel eléctrico que decía "LA GRAN SOUCOUPE", en él se ve también varias de sus recetas más pedidas y al cocinero del mes, al llegar la entrada hay un arco, donde había un camino de piedras, a los costados unos bellos arbustos con flores moradas, al caminar sonaban las zapatillas de Erie y los zapatos de Luis, Luis al ver ese camino recordó aquella noche del cumpleaños de su madre, el vestía informal, y su madre muy elegante, era la señora más hermosa del lugar, ahí los tres eran felices, sin importar que, al seguir caminando, se llega a la puerta principal, y en la parte de enfrente se lee el letrero de bienvenidos, en cursiva, al llegar con el recepcionista, Erie saca una tarjeta dorada, y otro recuerdo a Luis se le vino a la cabeza, su padre también tenía tarjeta dorada, esta significaba que podía tener acceso a la sala más lujosa del lugar siempre y cuando no estuviera lleno, sin embargo solo habían pocas personas que tenían ese pase, el presidente de la ciudad, su padre, la gerente del museo de Oxing y otras más que no recuerda, (estos los recuerda por que su padre se los mencionó), al entrar, el restaurante tiene estilo vintage, al observar donde se encontraban la mesas, estas eran hechas de vidrio y fierro, las sillas de madera con un colchón forrados de piel muy bien cuidado, para el trasero de la gente, al caminar por los pasillos de cada mesa se dio cuenta que el restaurante estaba lleno, en la parte frontal se veía una mesa llenas de postres, y en cada espacio de la pared pinturas, al llegar a la segunda sección donde se encontraban los de mayor prestigio, y aquí en lugar de pinturas había peceras llenas de los mejores especies de peces en el mundo.