Poison

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Advertencia: Relaciones sexuales explícitas y lenguaje vulgar. Eso es todo, si puedes vivir con eso, go ahead.

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La habitación se encontraba en total silencio, el aire que se respiraba era frío y húmedo. Se podía apreciar tenuemente, gracias a la luz de las velas consumiéndose, los dos cuerpos semidesnudos que estaban uno frente al otro. Uno de ellos era más alto, más fuerte, y tenía una de sus grandes manos sosteniendo, tal vez con más fuerza de la necesaria, el rubio cabello del contrario.

—¿Y bien, Kun? —preguntó el de cabello castaño, con una voz tan grave que hizo estremecer al nombrado—. ¿Vas a hacerlo, verdad? ¿Te quedarás conmigo?

El chico rubio, Kun, con ojos brillando llenos de algo parecido a la emoción, asintió lentamente. El castaño apretó su agarre en el cabello del rubio, haciendo que él forme una leve mueca de dolor.

—Dilo, Kun.

Kun se mordió los labios con los dedos temblando, deseando con todas sus fuerzas no sentirse así, tan extasiado por la dominación del contrario.

—Me quedaré contigo, Lucas —dijo suavemente, como si saboreara las palabras—. Con nadie más, sólo tú.

El castaño formó una sonrisa con la comisura de los labios, empezando a acariciar el cabello del más bajo como si estuviera felicitando a un cachorro. La respiración de Kun se entrecortó, ansiando que los dedos de Lucas empezaran a descender por su cuerpo.

—Xuxi, por favor —rogó Kun, levantando una de sus manos para tocar el brazo de Lucas, para llamar su atención—. Me quedaré contigo por siempre, así que no me hagas esperar más...

Lucas lo miró con los ojos oscuros, deteniendo las caricias en su cabeza.

—¿Sí? ¿Qué quieres que haga?

Kun tragó saliva y con sus manos recorrió los musculosos brazos de Lucas, hasta llegar a su cuello, rodeándolo. Quiso acercarse para besarlo, pero Lucas lo detuvo.

—Kun, no entiendo lo que quieres —susurró con una media sonrisa—. Dímelo claramente.

El rubio soltó un suspiro pequeño, sintiendo como sus piernas perdían fuerza por el calor de la piel de Lucas.

—Déjame besarte, por favor Xuxi —respondió, volviendo a acercarse peligrosamente al castaño, este sin ya resistirse—. Por favor.

Lucas sonrió ladinamente antes de sostener la cadera a Kun y juntar sus labios. Kun contuvo el aliento y se apretó más cerca del cuerpo del contrario, tratando de fundirse con él y sentir su piel. El rubio no podía lidiar con la enorme excitación que comenzaba a eliminar su cordura, pero de inmediato esa llama fue apagada por el beso llegando a su fin.

Lucas lo observó con la respiración irregular, al igual que Kun. Sin embargo, Lucas se alejó de él, dirigiéndose a la cama que estaba en medio de la habitación, sentándose en ella de forma despreocupada y con una mirada divertida.

—Acércate, Kun —ordenó con voz autoritaria.

El rubio hizo caso y con pasos lentos se acercó a Lucas, sin apartar los ojos de él. Cuando estuvo frente a Lucas y este tomó sus manos con delicadeza, se preguntó qué debía hacer.

—Arrodíllate.

Kun lo miró confundido unos instantes, pero cuando Lucas comenzó a formar una expresión seria, obedeció sin rechistar. Así que se agachó hasta que sus rodillas tocaron el suelo y debía dirigir su vista hacia arriba para mirar a Lucas. Su respiración se volvió pesada, curioso de lo siguiente que ocurriría desde una posición tan sumisa y débil. Lucas acarició su rostro con cariño.

Poison | Lukun ⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora