Arriendo

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Llegó ese horrible día.

Habíamos peleando antes, cuando te lo dijeron y también mantuvimos una discusión sin sentido cuando aceptaste, misma que se alargó a ayer en la noche.
Para cuando desperté no estabas, pero había una carta en el buró de mi lado de la cama.

No habíamos hablado del tema más que para gritarnos lo equivocados que estábamos, aún así guardé cada carta que me escribiste, en todas pedías perdón por hacerme sentir mal con las cosas que me decías. Desde ese momento  en que las leí, hasta el momento en que te  fuiste, yo  crei fielmente que eras mío ¡Tú djiste que eras mío! O... tal vez solo pensé que eras mío.

¿Sabes lo que todos decían en los pasillos cuando vieron que querías irte en la misión?

Todos me lo dijeron, ''Ten cuidado con Shiro, él hará lo que sea para ir tras su sueño de ir a las estrellas''
 
Tú y tus malditas palabras inundaron mis sentidos, te crei cada vez que me decías que estarías bien llendo, tus frases me dejaron indefenso ante tus ganas de triunfar y de ignorar a toda costa la enfermedad que estaba acabando contigo poco a poco. Me construíste palacios de sueños que nunca pensé tendría que derrumbar yo mismo al saber que no regresarías a decirme  "Te dije que estábas equivocado, mírame regresé".

Construíste catedrales con las mentiras de una vida tranquila en cuanto la enfermedad te dejara fuera, yo tuve que deshacer todos esos sueños con mis manos y reconstruir nuevos con recuerdos.

El primer mes pasó sin sentirlo habían cambios con los maestros que te cubrían y tus alumnos estaba orgullos de ti, llegué a creer que tal vez yo había estado en un error al ponerme a la defensiva.

El segundo mes fue caótico, hasta ese momento me sentí como el idiota más grande del mundo, porque seguía poniendo dos lugares  en la mesa o servir leche  para dos en la cena, había más café en la cafetera del que yo podía tomar y muchos detalles más.

El tercer y cuarto mes entendí que ya no estabas, me sentía en silencio con una soledad aplastante que aunque había demasiada gente a mi alrededor, parecía que estaba solo. Tenía muchas dudas sobre si podríamos contactarte o si quisieras hacerlo después  de que yo cometí el error de obligarte a seguir aquello que yo creía correcto para ti.

Aunque un día todo se derrumbó, tu niño vino corriendo a mi para decirme las noticias que llegaron al cuartel cinco meses después de tu partida, encendió las noticias apenas para que yo levantara la vista y todo lo anterior pasó muy rápido.

"Error del piloto"

Debo de aceptar que al ver los ojos de Keith buscando respuestas en los míos fue horrible, cuando conocí al mocoso gracias a  ti ,vaya me sentía celoso de el por la manera en que se te acercaba y luego lo tome como algo divertido porque según tu parecíamos una familia, donde yo era la mamá porque a tu criterio tu comida podría matar hasta al mas valiente guerrero y la mía revivia a los muertos.

Keith levando la voz pero aunque su queja me trajo de regreso a la realidad no puedo hacer nada mas. Yo solo lo veía ahí y como si no entendiera quién era el, no encontró nada en mis ojos y solo se acercó a mí con la mano estirada, y me vi en sus ojos igual de vidriosos que los míos, te habíamos perdido para siempre.

Tocaron la puerta minutos después, venían a darme el pésame citando lo que ya había visto en las noticias, no había más que decir de eso, yo no grite pero Keith si, lo hizo por mí y los alejó de donde yo me encontraba, el quería respuestas y detalles, yo solo quería calma.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2019 ⏰

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