Introducción

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Nuevamente estaba siendo obligado por su pareja a tomar esas asquerosas drogas, no importaba cuanto se resistiera, siempre sedia cuando lo amenazaba con lo que más quería, no importaba cuando dolor le causaran las drogas si no le hacía daño a su c...

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Nuevamente estaba siendo obligado por su pareja a tomar esas asquerosas drogas, no importaba cuanto se resistiera, siempre sedia cuando lo amenazaba con lo que más quería, no importaba cuando dolor le causaran las drogas si no le hacía daño a su cachorrito.

El protegeria a como diera lugar a su tierno cachorrito, tan frágil y pequeñito, con a penas unos meses de nacido, que hacía que todo el dolor que pasaba al lado del padre de ese tierno bebesito se desvaneciera.

Lamentaba cada día el no poder darle de amamantar a su hermoso cachorrito, pero no estaba dispuesto a arriesgar la vida de la única felicidad que tiene desde que su "pareja" lo alejó de todo el exterior, solo por darle su leche que probablemente está contaminada con las drogas que ese Alfa peliceleste de ojos carmín le inyectaba o le obligaba a tragar, agradecía que no lo hubiera hecho hasta despues del embarazo y que al menos siempre comprara lo necesario para cuidar al bebé, siempre había leche, biberones, pañales y un poco de ropa para vestir al cachorro.

El rubio cenizo de ojos escarlata tenía gratos recuerdos de cuando su pareja aún era atento y cariñoso con él, incluso solía decir que era demasiado empalagoso para su gustó, pero luego de ese accidente que ocurrió apenas tres semanas luego del nacimiento de su primer cachorro, cuando a las dos semanas despertó del coma en el que había quedado, ya no era la misma persona.

Ya se habría marchado de esa casa de no ser porque su pareja Shimura Tenko, luego del accidente, se volvió un total sádico paranoico, enrejo las ventanas y puso alarmas por toda la casa, asegurándose de que su "juguete"  no escapara.

Katsuki Bakugo, un Omega joven con un cachorro, no tenía la intención de buscar a otro Alfa, pese a no estar marcado, tenia un cachorro, y los alfas eran muy territoriales, el no estaba dispuesto a que lastimaran a su bebé por un ataque de celos.

Así que cuando lograra salir de allí, iría con su madre, conseguiría un trabajo y rentaria un pequeño departamento para él y su cachorrito, podría tenerle mucha ropita adorable para cambiarle, y juguetes para que su bebé no se aburriena nunca.

Estos eran sus planes hasta esa tarde, cuando Shimura llegó a esa casa, estaba más enfadado de lo normal, a penas abrió la puerta y entro, lo sujeto de ambas mejillas, obligándole a abrir la boca, saco de su bolsillo un frasco con pastillas, y él ya sabía lo que se avecinaba, trato de resistirse, pero le estaba siendo imposible, solo lo salvó de esa tortura temporalmente gracias al llanto desesperado de su bebé que hace poco dormía plácidamente en un nido de prendas de su madre, perfecto para un cachorro de cinco meses, donde se mantendría comodo y calentito, envuelto en las feromonas maternas, pero que no pudo protegerlo cuando sus feromonas dejaron de ser acogedoras para ser reemplazadas por ese amargo olor que salía de su cuerpo cuando se sentía intimidado.

—y, ¿no piensas callarlo?— dijo Shimura más que enfadado, acercándose al nido donde lloraba el cachorro, puso una mano sobre su rostro, presionando su nariz para cortar su respiración —¿por qué no se calla?—.

—¡SUELTALO!— gritó Katsuki aterrado, si bien Tenko solía maltratarlo tanto física como psicológicamente, nunca había tocado a su bebé.

Bakugo trato de alejarlo, pero solo consiguió que el Alfa liberará sus feromonas, haciéndolo volverse sumiso aunque su interior gritaba por proteger a su cachorro.

Lágrimas de frustración y tristeza bajaban por sus mejillas al no poder defender a su preciado tesoro, a su Hitoshi, o eso pensaba hasta que un fuerte golpe en la puerta delantera de la casa, seguida de el ruido de las pistolas al ser cargadas y muchos pasos hicieron a Shimura soltar al bebé que movía sus débiles manitos en un intentó en vano por liberarse.

—¡Somos del escuadron de protección de Omegas, levante las manos!— dijo un hombre apuntando derectamente su arma a Tenko.

Katsuki corrió desesperado hasta su bebé, pero ya era muy tarde, ya no estaba respirando.

Lo tomo en brazos y salió corriendo de la habitación hasta la sala, dónde ahora los oficiales tenían al peliceleste esposado y le decían sus derechos.

En unos murmullos incomprensibles logro dar aviso a quien parecía ser el alto mando, quien se sacó el casco, dejando ver una mata de cabello verde, antes de tomar el bebé en brazos y comenzar a practicar RCP con cuidado, al ser un cachoro su cuerpo era delicado y debía tener cuidado de no romper algún hueso por accidente y producirle la muerte por error a quien trataba de salvar.

Todos los allí presentes (con excepción de Shimura y el oficial encargado de vigilarlo) que parecían no respirar en ese instante, les volvió el alma al cuerpo al escuchar pequeños estornudos seguidos de el llanto del bebé que comenzaba a normalizar su respiración.

Todos aplaudieron y se acercaron a agradecer al jefe del escuadrón por su magnífico trabajo (nuevamente, exceptuando a Shimura y a quien lo sostenia :'v), Katsuki rompió en una llanto aliviador e incontenible, y aquél oficial lo observó con el cachorro que ahora solo reía en sus brazos y dijo:

—tenga, aquí está su bebé—

Y le dedicó una radiante sonrisa, y en ese instante los rubíes y esmeraldas se encontraron.

Continuara.....

Continuara

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