Como un unicornio existo,
entre brumas y pensamientos
que nadie nunca jamás ha visto,
soplando mares, ahogando vientos...
De fantasía bien provisto,
bosquejando sentimientos
envejezco, y me hago Mefisto
apagándome por momentos,
siempre más tonto que listo,
siempre entre hadas y cuentos.
Como un unicornio existo,
soy la ilusión sin talento,
el embuste imprevisto
y la verdad del jumento.