Huir, la única solución.

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Rafaela llevaba días buscando un psiquiátrico a su hija y si no ingresaba por las buenas ingresaría por las malas, eso lo tenía muy claro, bajo ningún concepto permitiría que tanto la sociedad como sus conocidos se enterasen de esa terrible noticia, por lo que debía ocultarlo durante unos años y que mejor manera que mandar a Alba lejos de España, y que todos pensasen que se marchaba fuera a estudiar.

Alba no tenía vuelta atrás, tenía que largarse de esa casa, sino el desenlace acabaría fatal.

Rafaela ya lo tenía todo preparado, el lunes la mandaría con su jet privado a Suecia, ya había hablado con el director del centro y mínimo la retendrían ahí 18 meses, un gran dato para Rafi. Lo que no sabía era que Alba llevaba días consiguiendo el dinero suficiente como para poder huir de su madre, de esa casa y de esa ciudad...

Eran las 5 de la mañana del sábado, Alba metió unas cuantas prendas en una mochila, cogió el dinero ahorrado y bajo las escaleras sin zapatillas por si su madre se despertaba, aunque sabía de sobra que Rafaela no estaba en casa, como todos los viernes, pero no quería que por la simple tontería de hacer un pequeño ruido su plan se fuera al traste.

Comenzó a andar y llegó a la estación de Autobuses de Elche, sin pensarlo se subió en el primer autobús que salía y si mal no lo había visto iba en dirección a Madrid, allí ya vería que haría...

Eran las 3 de la tarde y ya había llegado a Madrid pero su destino no iba a ser ese ya que sabía de sobra que su madre tenía muchos contactos y conocidos en la capital, por lo que volvió a coger otro autobús pero este si que lo decidió, Pamplona, ¡el lugar perfecto!. Sabía de sobra que su madre no la buscaría allí, demasiados problemas tuvo en el pasado Rafaela como para tener conocidos allí, más bien tenía enemigos, grandes enemigos, pero también era consciente de que el dinero movía montañas...

Las 10 de la noche, le quedaba un cuarto de hora para llegar a Pamplona y allí se alojaría en cualquier hostal que encontrase, tampoco podía confiar en que su madre no tuviese por allí a nadie, ya que con dinero la gente podía hacer cualquier cosa y sobre todo su madre. Al bajar del bus y coger la mochila se dirigió al metro, tampoco quería ir al centro, no de momento.

Consiguió encontrar una habitación en un pequeño hostal, no tenía ningún lujo pero para ella era todo un placer, ya que había conseguido huir de esa pesadilla.

Consiguió mantenerse durante un par de meses, pero poco a poco se había quedado sin dinero y tan solo le quedaban 50 euros. Sabía de sobra que si se ponía a trabajar su madre la descubriría como sucedió la semana pasada... consiguió localizarla en el hostal, pero tuvo suerte que no se encontraba en la habitación y en cuanto entró y vio el destrozo que hicieron en su habitación y volvió a huir... Hasta que acabó llegando a un camping, por lo menos podría esconderse un par de días y pensar que hacer...



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⏰ Last updated: Feb 25, 2019 ⏰

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