Capítulo 13: Una decisión difícil

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Tenía que elegir si romper con Blas solo para que no le pasara nada o si no romper y que se pelearan. Lógicamente no iba a romper con Blas solo si veía que se ponía la cosa chunga... muy chunga.

Llegaron las 12 y ahí estabamos , Blas , Antonio y yo. Blas se acercó a Antonio y le alzó del cuello.

Blas: ¿Qué decías que me ibas a hacer?

Antonio no habló , solo se rió de una forma muy extraña y... sacó una navaja del bolsillo auchillando a Blas en el costado. Él comenzo a gritar del dolor dejando a Antonio libre , que me miró fijamente sonriendo. Blas se fue agachando hasta que se sento en el suelo , apretando la herida que le había hecho. Corrí hacia Blas , pero Antonio me cogío de la cintura y me alejó corriendo. Veía como me alejaba de él , allí sentado en el suelo mientras apretaba la herida y yo ; llorando , no podía hacer nada... ni siquiera podía decir que cortaba con Blas porque las palabras no salían de mi boca.

Antonio: si hubieras roto con él no hubiera tenido que hacer eso.

Yo: Eres... eres... ¡eres gilipollas! ¡suéltame!

Antonio: No hasta que lleguemos a mi casa

Yo: ¡Estas loco si crees que siento algo por tí después de lo que acabas de hacer!

La gente nos miraba pero ninguna hacía algo y aún podía divisar a Blas y nadie le había ayudado. Ya sabía que no podía hacer nada más así que solo me limitaba a llorar y a gritar. Antonio me subió a su casa y me dejo en una habitación y me encerró allí.

Yo: ¡Esto es un secuestro! ¡Si no hubieses llevado la navaja ahora mismo estarías muerto!

Por suerte llevaba el móvil y llamé a Irene corriendo como una loca pero procuré hablar en voz baja para que no me oyera.

Irene: ¿Diga?

Yo: Tia , tienes que ayudar a Blas...

Irene: ¿Por qué? ¡¿Qué ha pasado?!

Yo: Ya te contaré , no puedo hablar mucho... solo haz lo que yo te diga. Ve al parque de enfrente de su casa y lo encontraras en el suelo con una herida en el costado , llévalo a urgencias y ven a la casa del chalado de mi ex que me ha secuestrado.

Irene: ¡Voy corriendo!

Colgó corriendo y me mandó un whatsapp , cosa que se oyó y de repente abrió la puerta , me empujó haciendo que el móvil cayera al suelo , me alejé temiendo por mi vida , se agachó y lo recogió.

Antonio: Ya volverás a ser mía...

Y cerró la puerta. Me acerqué y empecé a aporrearla

Yo: ¡Estás loco! ¡Devuélveme mi móvil!

Pero no contesto , me senté en la cama y me senté a llorar desconsoladamente...

No hay sueños imposibles (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora