Capítulo 2

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Stiles pestañeo un par de veces aclarando su vista, por lo menos había recuperado la consciencia y no estaba muerto. optimizo, para intentar colocarse de pie. Pero algo era diferente.

Algo se sentía diferente, un sentimiento inexplicable embriago su cuerpo, como si una parte de él estuviera finalmente en total libertad, como si estuviera completo. Totalmente extrañado por aquella desconocida sensación recordó la hemorragia, debía de estar perdiendo sangre en estos momentos. Desvío su mirada hacia su mano extrañado.

Atónito pestañeo nuevamente intentando aclarar su vista, se mantuvo perplejo al darse cuenta que la escena no cambiaba.

¡¿Por que su mano estaba cubierta de pelaje negro?!

Intento calmar su agitada respiración, el temor lo invadió revuelto con el extraño sentimiento de libertad era un mar de emociones.

"Okey Stiles relájate"

"Solo es un sueño"

El castaño logro aplacar sus pulsaciones aceleradas convenciéndose de que aquello era producto de su imaginación. Solo debía contar cuantos dedos tenia para confirmar si era un sueño o no. El pequeño problema es que no tenia manos si no patas!

Se levanto sobre sus cuatro patas y subió al gran mesón del baño de un salto. Observando su reflejo aquel reflejo en el que se apreciaba una gran fiera de aproximadamente 120 centímetros de altura, con un pelaje negro como la noche y unos ojos penetrantes de color verde.

En vez de causar temor Stiles se encontraba curioso, esa apariencia no le parecía tan rara le parecía natural, otro sentimiento extraño lo invadió, la sensación de alivio al estar en aquella forma, de tal manera que anulaba cualquier preocupación por lo menos en aquel momento.

-Ladeó la cabeza y abrió la mandíbula dejando ver unos grandes colmillos y una fila de dientes-

¿Por que me siento tan cómodo?

Cerro rápidamente el hocico al sentir la puerta de la entrada abrirse.

Algo alterado salto del mesón. Si su padre lo veía como una pantera probablemente lo mandaría a un Zoológico. Stiles observo su cuarto inquieto en busca de una salida que no fuera la puerta. ¡Bingo! la ventana.

Agradecía ser lo suficiente acalorado para mantenerla abierta por las noches lo malo era ser lo suficiente torpe para tropezar con una pelota de béisbol logrando que las cosas de la repisa cayeran sobre el

¡Mierda de nuevo!

Lanzo un gruñido para luego saltar por la ventana y deslizarse por su tejado hasta la calle. No era muy común ver a una pantera negra en medio del transito. eso lo supo al ser casi atropellado por un furioso taxista y por como una loca señora le intento disparar con la excusa de que "se vería lindo en un abrigo"

Claro que la vieja cambio de opinión al escuchar los gruñidos de Stiles junto a unas afiladas y bellas garras.

Ni con una manicura vas a conseguir unas garras tan lindas- pensó satisfecho para comenzar a escalar un árbol teniendo una mejor vista del perímetro-

Esto no era un sueño y Stiles ya lo sabia ¿como? bueno contó sus dedos, si sus dedos con prácticamente cuchillas

Debía conseguir ayuda, no es que no le gustase esa forma pero y ¿si no volvía a ser humano?

Lanzo un pequeño gruñido y salto del árbol ya con un objetivo de a donde ir, la casa de Scott

La oscuridad le favorecía aquella noche, su pelaje se camuflaba con las sombras y le permitía avanzar sin la preocupación de ser visto por alguna persona. Claro iba con cautela cerca de los arboles por si debía ocultarse.

Un felino entre lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora